El abogado de Podemos no se salta el secreto profesional... gracias a Podemos
Podemos está en el ojo del huracán judicial. En la Audiencia Nacional y en distintos juzgados de Madrid hay abiertos procesos que investigan a miembros del partido de Pablo Iglesias. El último ha saltado esta semana y acusa directamente a la formación de haber sido financiado ilegalmente. La denuncia la ha presentado el ex abogado (que fue despedido), José Manuel Calvente.
Los abogados tienen obligación de guardar secreto profesional sobre los asuntos de las personas físicas o jurídicas que han sido o son sus clientes. Calvente conoció la financiación del Podemos, precisamente, por su anterior condición de abogado. De ahí que, teniendo en cuenta el Código Deontológico del propio Colegio de Abogados, Calvente no podría revelar ningún detalle sobre la financiación (legal o ilegal) del partido ateniéndose a ese secreto profesional.
De hecho, el reglamento profesional especifica que la obligación “permanece incluso después de haber cesado en la presentación de servicios al cliente o abandonado el despacho, sin que esté limitada en el tiempo”. Atendiendo a este precepto, por tanto, Calvente podría ser condenado incluso a prisión por un delito de revelación de secretos.
Sin embargo, El Chivato ha podido comprobar que en este caso existe una excepción que deja a Podemos fuera de juego. En el Código Deontológico también se incluye que un abogado podrá hacer uso de hechos sobre los que se guarda secreto profesional en caso de un procedimiento de “reclamación por responsabilidad penal, civil o deontológica” contra él.
Y efectivamente, Calvente fue despedido y acusado de abuso sexual a una compañera del partido, la abogada Marta Flor a la que ahora el juez Manuel García-Castellón que investiga el ‘caso Dina’ le ha prohibido ejercer de defensa por las dudas de su estrecha relación con el fiscal del caso.
Esto quiere decir, que al haber abierto Podemos el melón de denunciar al abogado y pedirle responsabilidad penal por supuestos abusos sexuales, el abogado ya es “libre”: queda exonerado de cumplir el secreto profesional. Puede revelar tantas cosas como necesite sobre el partido político en los tribunales. Gracias al partido.
