Una academia militar envía el busto de la mujer de Franco al Museo del Ejército
El Ministerio de Defensa trata de mostrar especial celo en la retirada de elementos que puedan considerarse vestigios de la dictadura franquista. En su caso es especialmente complicado delimitar lo que debe ser retirado y lo que se ha de conservar por motivos históricos, debido a la intensa relación que el régimen tuvo con las Fuerzas Armadas, empezando por Franco y los militares que se sublevaron contra el gobierno de la Segunda República.
A principios de 2021, el Gobierno aseguró en una respuesta parlamentaria que “no quedan en acuartelamientos o instalaciones militares elementos de esas categorías que se opongan a lo previsto en la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”.
Sin embargo, la próxima Ley de Memoria Democrática que se está tramitando en las Cortes Generales puede endurecer los requisitos, y poner en cuestión denominaciones de unidades militares, nombres de cuarteles y otra simbología. En fechas recientes, Margarita Robles ha rebautizado las calles del Arsenal de Ferrol, que recordaban a marinos vinculados al bando sublevado de la Guerra Civil.
En este contexto, El Chivato ha podido comprobar que una academia militar acaba de desprenderse de uno de esos vestigios “franquistas”. Se trata de la Academia Central de la Defensa, ubicada en Madrid capital, que agrupa las escuelas donde se forman los militares de los Cuerpos Comunes: médicos, músicos, interventores, jurídicos...
Por orden del Ministerio de Defensa, se ha cambiado la adscripción de un busto de Carmen Polo, la esposa de Franco, que se encontraba en la Academia Central de la Defensa. Defensa ha decidido asignarlo a la colección estable del Museo del Ejército, en Toledo.
El busto mide algo más de un metro de alto, 30 centímetros de ancho y 30 centímetros de profundidad. Está esculpido y pulido en mármol.
Resulta que Carmen Polo daba nombre a una residencia de ancianos, que actualmente se encuentra dentro del recinto que incluye a la Academia Central de la Defensa y al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en el distrito madrileño de Carabanchel.
Ya en 2011, el Ministerio de Defensa aplicó la Ley de Memoria Histórica y cambió el nombre de la residencia: de Carmen Polo pasó a llamarse Virgen del Carmen. Más tarde, el ministerio cerró ese centro para personas mayores, y lo reconvirtió en un alojamiento para los alumnos de la Academia Central de la Defensa.
Esa antigua denominación puede explicar por qué en esta academia militar, donde se forman los futuros médicos militares, había un busto de la mujer de Franco.
Ahora pasa a integrar la colección del Museo del Ejército, que se encuentra en el Alcázar de Toledo: un lugar con una Historia milenaria, pero que también tiene cierta vinculación con el franquismo desde que se convirtió en símbolo de la resistencia de los sublevados frente al asedio republicano en Toledo en los primeros meses de la Guerra Civil de 1936.
Algunas de las estatuas de Franco que se han ido retirando en las décadas posteriores a su muerte se han reubicado en museos, pero otras están guardadas en almacenes o sótanos. Es el caso de la estatua ecuestre del dictador que se retiró en 2005 de la Plaza de San Juan de la Cruz, en Madrid, y que se guarda en un almacén de un ministerio.
De Carmen Polo también había un busto. Por ejemplo, en el Pazo de Meirás que el Estado ha expropiado a la familia Franco.
