Las arremetidas de Jordi Sevilla contra Zapatero tienen un trasfondo: no le dieron un cargo público como deseaba

El ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, “zapaterista” de primera hora, tenía hasta ahora fama de persona seria y discreta. Por eso, su actual actitud, de duras críticas al presidente del Gobierno, está doliendo a sus antiguos compañeros de escaño.

Cuentan diputados socialistas que, tras salir del ministerio, Sevilla aguantó dos años en el Congreso sin tomar parte activa en la vida parlamentaria, y presentando un aspecto circunspecto, dedicado a estudiar la crisis económica y a pasar tiempo con su familia, ya que es hombre muy familiar.

Escucha El Chivato de sus ex compañeros socialistas que, durante ese tiempo, Jordi Sevilla intentó por todos los medios conseguir un cargo público. Sólo cuando vio que no lo lograba, optó por buscarse un hueco en la empresa privada, donde ahora se encuentra. Su despedida, dicen, “fue inamistosa”.

Ahora, sus antiguos compañeros no dan crédito a la cantidad de declaraciones que Sevilla realiza y al elevado nivel de crítica que se aprecia en ellas, incluyendo al mismo Rodríguez Zapatero. Comentan que eso es algo que “duele mucho personalmente”. Y añaden que su comportamiento “está sentando muy mal en el partido”.

 

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