La austeridad castellana del director de la Policía

Ignacio Cosidó, director general de la Policía, nacido en Salamanca y diputado por Palencia, responde bastante, por carácter y perfil, a lo que podría considerarse un ‘castellano viejo’. Desde luego, así ocurre en lo relativo a la austeridad.

Le cuentan a El Chivato que, desde su aterrizaje en la dirección general, está aplicando con rigor criterios de sobriedad y control de gastos, a todos los niveles, a la vez que con planteamientos de sentido común.

Y que los recortes no se han limitado a asuntos del Cuerpo o de la propia organización, sino que tienen que ver con su tren de vida.

Por ejemplo, mantiene al mínimo el aire acondicionado de su despacho, lo que a su vez le obliga a trabajar sin chaqueta y así, en mangas de camisa, recibe a visitas de alguna confianza.

Más importante aún es que en la dirección general existían dos vehículos blindados para uso del director, además de otros cuatro coches de escolta para garantizar su seguridad en los desplazamientos. Cosido ha suprimido uno de los coches blindados, ha dejado en tres los automóviles de apoyo y ha rebajado el número de escoltas.

Y cuentan que en algunas comidas relacionadas con su trabajo opta por ajustarse al menú del día del restaurante, algo que en no pocas ocasiones imitan los que le acompañan.

 

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