Los bocinazos ante la casa de Jordi Pujol que no dejan dormir a los pacientes

Los enfermos que se encuentran ingresados en el Hospital Sagrada Familia de Barcelona aseguran que están pasando por un auténtico calvario. La proximidad del centro sanitario con la casa de Jordi Pujol es la responsable de todo.

Según ha escuchado El Chivato a pacientes del hospital, desde hace dos semanas, coincidiendo con la imputación del ex presidente de la Generalitat, es habitual que los conductores que pasan por delante del domicilio de Pujol, en la ronda General Mitre de Barcelona, hagan sonar las bocinas de sus vehículos en señal de protesta.

Hasta ahora, lo normal era que a las puertas de la casa se pudiesen observar varias unidades móviles y periodistas haciendo guardia, a la espera de movimientos y declaraciones de los miembros de la familia. Una circunstancia no demasiado ruidosa y que no alteraba la estancia de los enfermos en sus habitaciones.

Sin embargo, ahora esta singular protesta a golpe de claxon comienza a colmar la paciencia de algunos pacientes del centro. Según le cuentan a El Chivato, los bocinazos se producen a cualquier hora del día y de la noche, lo que les ocasiona incluso problemas para dormir.

Las quejas de los enfermos a los facultativos del hospital son constantes en los últimos días. La respuesta que reciben no les resulta de gran consuelo, todo hay que decirlo. Desde la dirección del centro comprenden su situación pero, añaden, no pueden hacer nada.