Las cenas de Pedro Sánchez en Doñana entretienen a los vecinos de Sanlúcar

Palacio de las Marismillas, en Doñana.
Palacio de las Marismillas, en Doñana.

Pedro Sánchez estuvo descansando hasta el viernes en el Palacio de las Marismillas, en el Parque Nacional de Doñana. La estrategia diseñada por su jefe de gabinete, Iván Redondo, ha procurado que la imagen del presidente no sufriera el menor desgaste en sus días de vacaciones en plena pandemia.

Uno de los principales consejos de los asesores de Sánchez fue reducir al mínimo la vida social del presidente en actos públicos. Evitar cualquier fiesta y sarao veraniego de perfil polémico.

La finca de Las Marismillas es utilizada como residencia de verano de los presidentes del Gobierno desde que Felipe González le dio este uso por primera vez en 1986. Sánchez ha optado por este destino todos los veranos y sus primeras vacaciones como presidente aprovechó incluso para recibir en Doñana a la canciller alemana Angela Merkel.

En esta ocasión, en el marco del ‘perfil bajo’ que se decidió dar al descanso del jefe del Ejecutivo, El Chivato ha podido confirmar en ámbitos de La Moncloa que se descartó cualquier visita oficial.

Pese a ello, Sánchez y su familia recibieron las visitas de amigos y conocidos en la finca en los últimos días. Así se lo ha escuchado El Chivato a vecinos y turistas en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), quienes reconocen que estuvieron “tremendamente entretenidos por las noches con las idas y venidas de la barcaza a la finca presidencial”.

Hay que recordar que las dos entradas al Palacio de las Marismillas, cerradas a vehículos no autorizados, exigen cruzar el Guadalquivir desde Sanlúcar de Barrameda o recorrer en la bajamar los treinta kilómetros de playa que separan la finca de Matalascañas (Huelva).

Pedro Sánchez también suele llegar habitualmente en su vehículo a Bajo de Guía, en Sanlúcar de Barrameda, y suele acceder directamente a la barcaza “La Olga” de los hermanos Cristóbal, donde cruza el río Guadalquivir hasta Doñana.

Esta barcaza es la que, según cuentan los vecinos, realizó una “actividad inusitada en la última semana”, con un enorme trasiego de pasajeros hacia uno y otro lado de la desembocadura del Guadalquivir a bordo de “La Olga”.

El Chivato ha escuchado a los vecinos de Sanlúcar que se registraron hace unos días varios viajes de la barcaza por la noche, cuando normalmente ya no realiza desplazamientos, lo que llamó especialmente la atención de las personas que se encontraban en Bajo de Guía, al otro lado de la orilla.

 

Unos desplazamientos, acompañados de un amplio despliegue de agentes de la Guardia Civil, que les llevaron a pensar que se trataba de una serie de invitados que regresaban de cenar con el presidente del Gobierno y su familia.

El difícil acceso al Palacio de las Marismillas garantiza el refugio que busca Sánchez para estas jornadas de vacaciones. Le permite descansar sin ser molestado por los periodistas y utilizando sencillos despliegues de seguridad. Al ubicarse sobre terreno arenoso, los caminos que lo rodean son pistas difíciles de transitar.

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