Otra ‘víctima colateral’ de ETA en Mallorca. El delegado del Gobierno podría perder su puesto: “fue imprudente y se pasó de frenada”

El delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, se encuentra en difícil situación. La culpa la tendría su actuación en los instantes inmediatamente posteriores al trágico atentado de ETA en Mallorca que la semana pasada costó la vida a dos guardias civiles.

Según le cuentan al Chivato, existe bastante malestar entre miembros de la lucha antiterrorista que le acusan de actuar de forma imprudente y moverse por afán de notoriedad. Se cita, concretamente, lo sucedido en la rueda de prensa que ofreció el mismo día 30 en la isla.

Socías manifestó ante los periodistas que los terroristas se encontraban “a escasos metros” del cuartel de la Guardia Civil, vigilando con el fin de hacer explotar la bomba lapa en el momento en el que los dos guardias civiles se subieran al vehículo donde encontraron la muerte. Por eso, añadió, activó el dispositivo para cerrar el aeropuerto y el muelle principal de la ciudad.

Estas declaraciones, le explican ahora al Chivato, sentaron muy mal a los investigadores. Apenas había datos que confirmaran ese extremo –como finalmente se ha demostrado: utilizaron un temporizador-, y además se creó, de forma innecesaria, una excepcional alarma entre la población.

Ramón Socías, remachan las mismas fuentes, tuvo una actuación “meramente política”. “Ojo, no le vaya a costar el puesto. Se pasó de frenada y su espectáculo tampoco ha gustado en Interior”.

 

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