Los magistrados del Constitucional se conjuran para que no haya más filtraciones

Constitucional
Tribunal Constitucional

El ambiente en los pasillos del Tribunal Constitucional es de tensión y malestar. Parecía que la vuelta del verano había cambiado los ánimos entre los magistrados, que se marcharon de vacaciones con la sentencia del estado de alarma aún generando incomodidad.

Este fallo, a mitad de julio, provocó la división en dos bloques de los magistrados. Y no solo en el debate jurídico, también en el personal. El pleno en el que los juristas mantuvieron sus discrepancias sobre si el Gobierno había hecho bien o no en confinar a la población bajo el paraguas de un estado de alarma y no de un estado de excepción fue en un tono elevado, pero respetuoso. El presidente del Constitucional, Juan José González Rivas, tuvo que aplazar durante semanas la discusión para ver si las posiciones entre los presentes se acercaban. Pero sirvió de poco.

En una sentencia por la mínima, se declaró ilegal el primer real decreto sobre el estado de alarma y la ‘batalla’ mediática comenzó. Antes incluso de que se conociera el contenido de los argumentos de unos y de otros, se filtró la sentencia, algo que sentó a cuerno quemado al ponente, Pedro González-Trevijano. Junto a la sentencia, se filtró también el voto particular del magistrado Cándido Conde-Pumpido, que fue tremendamente crítico con el fallo.

En este voto, el exfiscal general del Estado cargó contra sus compañeros de quienes decía que eran “legos” y “juristas de salón”. El magistrado corrigió estas palabras de cara al voto particular que finalmente presentó de manera oficial, pero el daño estaba hecho. Sus compañeros se plantaron y no quisieron debatir en el último pleno que quedaba antes de verano, que se terminó suspendiendo.

El propio Conde-Pumpido estuvo de acuerdo en emitir entonces un comunicado haciendo públicas sus disculpas y asegurando que lo que se había filtrado era un borrador y no su voto definitivo.

Ahora llega una nueva sentencia sobre el mismo asunto, todavía más complicada jurídicamente si cabe. El Constitucional debe decir si el segundo real decreto de estado de alarma –que se aprobó por un periodo de seis meses- fue acorde a la Carta magna.

A la espera de un previsible debate nuevamente tenso, el presidente del alto tribunal quiere mantener las aguas calmadas. Para empezar, tal y como adelantó ECD, decidió posponer su aprobación a octubre.

Este miércoles por la noche, el periódico ABC adelantaba lo que supuestamente será el sentido de la ponencia que, esta vez, ha caído en manos del magistrado Antonio Narváez. El Chivato ha podido saber que esta noticia ha sentado fatal dentro del propio Tribunal donde consideran que este tipo de filtraciones no beneficia nada a la institución, máxime cuando ni siquiera los compañeros tienen aún el borrador de la sentencia.

Por eso, nuevamente han decidido hacer una nota oficial, de carácter público, para aclarar que todavía no hay nada decidido, que el asunto “está siendo objeto de estudio por los magistrados, sin que esté deliberado”. Asimismo, indica la nota, “resulta prematura cualquier afirmación sobre el estudio de este recurso de inconstitucionalidad”. El deseo es evitar que haya nuevas filtraciones.

 

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato