Las elecciones (hoy) en la CEIM huelen a empate técnico
Se celebran hoy, lunes, las elecciones a la presidencia de CEIM, la patronal madrileña, y todo huelga a empate técnico, a tenor del recuento técnico estimado por las candidaturas de Arturo Fernández e Hilario Alfaro.
El Chivato ha realizado una prospección sobre cómo se presentan los comicios, y esto es lo que ha escuchado.
Hay un voto escondido, que no indeciso (muy importante) que es decisivo. Tanto a Hilario como a Arturo ha habido muchos empresarios que les han prometido el voto, pero a los dos; por tanto, es mentira la promesa al menos en uno de los casos.
Los dos candidatos calculan que uno de cada tres que les han prometido el voto no son seguros en absoluto: porque no han decidido aún o porque quieren ver alguno de los suyos en la candidatura de uno de los dos.
Arturo puede tener, cuando se abran las urnas, en torno a 600 a 645 votos seguros, sobre el total de 1.225. Hilario Alfaro, de entre 600 y 630 votos. La horquilla es muy corta, lo que sumado a la abstención y a algún cambio de voto, pronostican un final imprevisible. No todas las pymes están con Alfaro, pero muchas sectoriales no votan a Arturo. En esas condiciones, los dos candidatos tienen en el alero el triunfo.
Arturo se ha asegurado el apoyo de la grandes empresas, con El Corte Inglés a la cabeza, que odia cordialmente a Alfaro por su lucha contra la liberalización de horarios comerciales desde hace décadas. Pero no todas las grandes empresas miran bien a Arturo Fernández, al que ven muy castizo y campechano pero muy poco gestor y un tanto oportunista.
Un dato reciente: la federación del Metal de Madrid, una patronal muy importante, decidió por 36 votos a favor y solo uno en contra, votar a Alfaro. Tampoco la sectorial de hostelería y restauración votará a Arturo, paradójicamente uno de los suyos. La relación de Arturo con sus colegas de sector no es lo que se cree, lo han visto siempre como político y que utiliza los cargos en su provecho.
Finalmente recuperar a Lourdes Cavero, esposa de Ignacio González, en su candidatura, y una hermana de esta, abogada del bufete Cuatrecasas, puede ser un error de ultima hora. Arturo hasta el último minuto juega la baza de arrastre del PP, aparecer como sea como el candidato del PP, pero le puede salir el tiro por la culata.
