Una de las víctimas del terrible terremoto sufrido por Haití fue precisamente el embajador español en Puerto Príncipe, Juan Fernández Trigo, que resultó seriamente herido y aún no se ha recuperado. Pero quiere volver.
A punto de cumplirse dos meses del suceso, el diplomático tiene el brazo prácticamente insensible: sigue sin poder mover la mano y la muñeca de su brazo izquierdo, pese a la rehabilitación que inició nada más llegar a Madrid.
Su extremidad quedó atrapada durante más de una hora debajo de un enorme bloque de pared y, según le cuentan a El Chivato, ahora las noticias son preocupantes: los primeros resultados neurológicos que le han realizado en Madrid han determinado que dos de los tres principales nervios de la zona afectada (el cubital y el mediano) han perdido completamente su función y que sólo el nervio radial cuenta con un 20% de sensibilidad.
Pese a esos resultados iniciales, Fernández Trigo confía en recuperar parte de la movilidad en el futuro y está aprendiendo a manejarse en el día a día con un solo brazo. Afortunadamente es diestro. Cuenta, además, con la ayuda de su madre, que se ha ido a vivir con él para atenderle en todo lo que necesite. Y a sus compañeros diplomáticos les ha dicho que tiene muchas ganas de reincorporarse en unos meses a su puesto en Haití, incluso con el brazo en cabestrillo.