Exteriores rediseña el uniforme de las diplomáticas
Asuntos Exteriores tiene, desde enero, su cuarta mujer ministra, tras Ana de Palacio y Trinidad Jiménez, además de la “ministra interina” Margarita Robles a partir de que Josep Borrell dejara el cargo para ser Alto Representante de la UE para la Política Exterior.
Coincidiendo con el mandato de Arancha González Laya, el departamento ha iniciado un proceso para actualizar el uniforme diplomático, pero concretamente el que visten las mujeres.
El Chivato ha podido saber que la Dirección General del Servicio Exterior ha adjudicado recientemente a una empresa un contrato de 6.860 euros (sin impuestos) para que se encargue de la “Asistencia técnica para la actualización del uniforme diplomático”.
Fuentes diplomáticas explican que Exteriores ha decidido realizar cambios en este uniforme, que se viste en actos solemnes como la entrega de cartas credenciales, pero los cambios se aplicarán sólo en el uniforme femenino, mientras que el masculino se va a mantener.
El uniforme diplomático de mujeres se diseñó cuando Cristina Barrios fue nombrada introductora de embajadores y jefa superior de protocolo del Ministerio de Asuntos Exteriores, en 1991.
Entonces se planteó cómo adaptar a las mujeres el uniforme diplomático, que hasta entonces habían lucido casi en exclusiva hombres. Se optó por una solución rápida: se mantuvo el uniforme masculino, pero el pantalón se cambió en el caso de las mujeres por una falda pantalón. Además, las mujeres lucen chaquetilla corta en vez de la casaca masculina, según la Orden de 3 de octubre de 1997 sobre uniformes de la Carrera Diplomática.
Ese diseño es el que han utilizado las diplomáticas hasta ahora, cuando Exteriores se ha replanteado el uniforme. El motivo, según le cuentan a El Chivato, sería la entrada “casi masiva” de mujeres en la carrera diplomática, así como la creciente importancia de la mujer en altos cargos de la Administración; también en el Palacio de Santa Cruz, sede del ministerio.
