Los fiscales se quejan del caos que está provocándoles la dedicación a asuntos de violencia doméstica

Hay caos en la Fiscalía. Es lo que dejan traslucir sus integrantes, que se muestran quejosos de algunos problemas nuevos, de dedicación y de efectivos, como consecuencia de la importancia que se quiere dar, desde instancias gubernamentales, a los casos de violencia doméstica.

Como estos asuntos han aumentado, y se lleva muy estrictamente la exigencia de la intervención del fiscal en cada uno, lo que ocurre es que en la práctica hay siempre unos cuantos fiscales de guardia y bloqueados. Es un efecto perverso de la nueva legislación.

Dado que no se ha dotado de más personal a la Fiscalía, y que un miembro de la Carrera no puede dedicarse a otros temas, sino que ha de atender prioritariamente los casos de violencia doméstica, están viéndose retrasados otros asuntos (por ejemplo, en lucha contra la droga) porque no hay fiscales disponibles.

Aparte de eso, se está comprobando que los principales casos, en gravedad y en número, de violencia de familiar en España se están registrando entre los colectivos de inmigrantes, donde –por algunas formas culturales- el machismo está muy arraigado y los malos tratos abundan.