Los habanos de Rubalcaba tras dedicarse a ver las Olimpiadas con Lissavetzky
Alfredo Pérez Rubalcaba comenzó el jueves unas mini-vacaciones, en su residencia veraniega habitual de Llanes, a donde no pudo acudir hace un año por encontrarse preparando la campaña para las elecciones generales.
El secretario general del PSOE declaró que echaba de menos la playa de la localidad asturiana, pero lo cierto es que su primer día de descanso lo dedicó, casi al completo, a disfrutar de los Juegos Olímpicos.
Según le cuentan a El Chivato, el líder de la oposición se reunió cerca de la costa con su gran amigo Jaime Lissavetzky para acudir juntos a un bar del municipio y ver desde allí, y rodeados de los vecinos del lugar, las diferentes pruebas en las que participaron los deportistas españoles en Londres.
Se les pudo contemplar siguiendo con intensidad los partidos de balonmano y waterpolo, en los que, por cierto, España cayó eliminada ante Francia y Montenegro, respectivamente.
Después de esos dos ‘disgustos’, y pasadas las cinco de la tarde, Rubalcaba y Lissavetzky decidieron abandonar el local para ver en otro lugar el partido de cuartos de final de baloncesto que enfrentó a los Gasol, Navarro y compañía contra los franceses. Esta vez, la selección nacional ganó.
Pero, antes de disfrutar de ese partido, hicieron una parada en el estanco Nueva, de Llanes, para comprar unos puros habanos, los favoritos del secretario general del PSOE, viejo fumador de cigarros habanos.
A la salida del establecimiento, unos jóvenes hicieron sonreír a Rubalcaba cuando le pidieron que sea “más duro” con Mariano Rajoy en Madrid.
