Los imputados del caso Lezo ya no lo ven tan negro
Desde el mes de julio, el titular del Juzgado central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional es el veterano Manuel García Castellón, llegado desde Roma tras diecisiete años fuera de España.
García Castellón ha tomado el testigo del magistrado Eloy Velasco, que llevaba entre manos nada menos que los casos Púnica y Lezo, que tanto daño han causado al PP.
En los pasillos de la Audiencia Nacional aprecian una sensación de alivio por parte de los investigados en estas causas. Según ha escuchado El Chivato, el cambio de instructor en el caso Lezo ha provocado también un giro de casi 180 grados en el rumbo de la investigación.
De hecho, el pasado viernes, una de las imputadas, Fernanda Richmond, salió de la prisión de Soto del Real tras rebajarle García Castellón la fianza: de los 4 millones que le exigía el juez Velasco, Richmond pasó a pagar 100.000 euros, una nada desdeñable diferencia, tras comparecer de forma voluntaria.
Según ha llegado a oídos de El Chivato, ha sido el fiscal Carlos Iañez el que ha experimentado el cambio más notable tras la marcha de Velasco y con la sustitución por García Castellón. Al parecer, Iañez ha modificado sustancialmente la imagen que se había hecho de Richmond en abril, cuando fue detenida.
En esta nueva circunstancia, otros imputados se han dado también prisa en pedir una declaración voluntaria ante el nuevo titular: Ignacio González y Edmundo Rodríguez Sobrino ya la han solicitado, y aguardan a que el juzgado les asigne fecha, con la esperanza de que les rebajen las medidas cautelares dictadas por Velasco.
Entre los protagonistas del caso Lezo, pues, existe una sensación de alivio por que se haya ido el juez Eloy Velasco. Ya no lo ven tan negro.
