La mala pata de Alfonso Guerra

Desde hace casi un mes, Alfonso Guerra está ‘desaparecido’. No se le vio en el Congreso extraordinario del PSOE andaluz, celebrado a mediados de noviembre. Tampoco en las jornadas de puertas abiertas en la Cámara Baja por el Día de la Constitución. Ni en las últimas sesiones de control al Gobierno en el hemiciclo.

Su ausencia se hizo notar más la semana pasada, ya que ni tan siquiera salió públicamente a censurar el referéndum soberanista de Artur Mas, pese a ser uno de los dirigentes socialistas qué más ha criticado este desafío, incluso cuando el PSC lo apoyaba.

Pues bien, según le cuentan a El Chivato compañeros suyos en el Grupo Socialista del Congreso, el vicepresidente de Gobierno con Felipe González lleva semanas intentando reponerse de una grave lesión de rodilla que le está provocando grandes quebraderos de cabeza.

A principios de noviembre empezó a sentir un dolor que le impedía andar con normalidad y cumplir con todos los compromisos de su agenda política. De ahí que decidiera optar por un periodo de reposo para intentar recuperarse.

Desde entonces, Alfonso Guerra se ha sometido a algunos tratamientos que, si bien es cierto que empiezan a dar resultados, no le permiten todavía volver a la actividad parlamentaria y de partido habituales.

Sus compañeros del PSOE en la Cámara Baja apuestan a que, después del ‘parón’ navideño, Alfonso Guerra volverá por sus fueros. “Será el primero” en acudir a las sesiones plenarias del Congreso y a todos los actos del partido que le soliciten.