Una olla en la calle, una mochila, un coche matrícula de Bilbao… cualquier detalle moviliza a una policía con los nervios de punta
Las Fuerzas de Seguridad se mantienen en el nivel 2 de alerta antiterrorista ante un posible atentado de ETA. Le cuentan a El Chivato que en los últimos días están especialmente tensos, por si los asesinos actuaban, lo que ha provocado que cualquier aviso haya incrementado el nerviosismo entre policías, guardias civiles y ertzainas. Y se han multiplicado las falsas alarmas.
El pasado 23 de diciembre, en el Bilbao Exhibition Center (BEC) de Baracaldo. Se celebraba el parque infantil de Navidad y el recinto estaba repleto de familias con niños pequeños. En torno a las 18 horas, Sos Deiak recibió una llamada diciendo que se había colocado un artefacto en las instalaciones. Directamente, la Ertzaintza optó por desalojarlo.
El día de Reyes, en Zarautz (Guipúzcoa), el causante fue una olla exprés en la zona del parking de la estación del Euskotrén. La zona fue acordonada y la policía vasca intervino. Finalmente, se comprobó que se trataba de un falso aviso. Hay que recordar que ETA colocó en septiembre de 2007 una olla cargada con cinco kilos de explosivo que destrozó la comisaría de la Ertzaintza del municipio.
Otra alerta se produjo el miércoles, cuando la Policía localizó un Peugeot 205 rojo junto al hotel Avenida de América, en Madrid, que tenía matrícula de Bilbao. La Policía ordenó retirar todos los vehículos de los aledaños y desalojó la zona, hasta que terminaran su trabajo los perros adiestrados. También resultó una falsa alarma: el vehículo había sido robado.
Policía, Guardia Civil y Ertzaintza han extremado las precauciones para tratar de impedir un atentado. Casi a diario se montan controles antiterroristas en carreteras principales de entrada y salida de Madrid.
