Por qué nadie llama “traidor” al jefe de los Mossos

Joaquim Forn, Carles Puigdemont y Josep Lluís Trapero, mayor de los Mossos.
Joaquim Forn, Carles Puigdemont y Josep Lluís Trapero, mayor de los Mossos.

Algunos alcaldes y concejales en Cataluña se han visto obligados a incrementar su seguridad personal ante las tensiones que sufren por su negativa a colaborar en el referéndum independentista del 1 de octubre, suspendido cautelarmente por el Tribunal Constitucional.

Las mayores las padecen los ediles del PSC. Se les llama “traidores”, “vendidos”, “cobardes”... y hasta “poco catalanes”.

“Hay una voluntad clara por parte de Junts pel Sí y la CUP de señalar políticamente a aquellos que no compartimos su vía unilateral, y de crear una gran presión en la calle, que esperemos que no vaya más allá”, lamenta uno de los alcaldes socialistas afectados.

El responsable de los Mossos, el mayor Josep Lluís Trapero, ha querido quitarse de encima la responsabilidad de perseguir el referéndum, mediante la instrucción enviada la semana pasada a los agentes especificando que todas las actuaciones contra el 1-O serán coordinadas por la Comisaría General de Información.

En los partidos constitucionalistas no ha pasado desapercibido el hecho de que en el caso del jefe de los Mossos no se han escuchado reproches de los independentistas por su decisión.

Solo ha habido algunas voces críticas desde los sectores más radicales de ERC. “En cualquier caso, nadie le ha llamado traidor”, destaca un diputado del PP en el Parlament.

Este “silencio” respecto al mayor Trapero no es casual. Le cuentan a El Chivato en ambientes políticos catalanes que altos cargos de la Generalitat han trasladado a las plataformas soberanistas, entre ellas la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural, que “no se echen encima de Trapero”.

La consigna ha partido desde la planta noble del Palau de la Generalitat. En los pasillos de la sede del Govern se habla de Trapero como el “protegido de Puigdemont”.

El mayor de los Mossos forma parte del círculo más cercano del presidente de la Generalitat. Hace un año, la periodista Pilar Rahola organizó una fiesta veraniega en su casa de Cadaqués (Girona) con algunos de los rostros más visibles del separatismo. Entre los invitados estaban, además de Trapero, Carles Puigdemont; su mujer, Marcela Topor; y el ex presidente del Barça, Joan Laporta.

 

Recuerdan también ahora que, el pasado mes de abril, el president le nombró Mayor, rango que llevaba 10 años en desuso y que blinda sus competencias. Un hecho que muestra su máxima cercanía.

Así las cosas, el mensaje ha llegado, claro y nítido, a los principales altavoces del independentismo. “Al Mayor no se le toca. No hay dudas de que es uno de los nuestros”, ha podido escuchar El Chivato a algunos miembros de la ANC.

“Es además el héroe de los atentados en Cataluña. Consiguió, con su espléndida labor, demostrar al mundo que los Mossos no tienen nada que envidiar a cualquier otra policía nacional europea”, insiste otro. En ambientes independentistas Trapero es considerado ya como  su “nuevo icono”.


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