El ministro Óscar López hace ahora méritos con el ‘caso Begoña’

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López,
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López,
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a su esposa, Begoña Gómez, en un mitin del PSOE en Benalmádena.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a su esposa, Begoña Gómez, en un mitin del PSOE en Benalmádena.

La salida de Óscar López de La Moncloa, donde era el consejero y principal estratega del presidente del Gobierno, cogió por sorpresa a destacados miembros del Ejecutivo, del PSOE y medios de comunicación. Una operación para colocar a Pilar Alegría como sustituta de Pedro Sánchez, frente a la candidatura de Óscar Puente, fue uno de los motivos que se dio entonces para su relevo.

A la vista de ese cambio imprevisto en el equipo de Moncloa, han tomado sentido algunas circunstancias que han rodeado a la figura de López en los últimos tiempos, que reflejan que -en contra de lo que se creía- no tenía la confianza total de Sánchez y nadie había caído en la cuenta.

Según ha escuchado El Chivato a personas con acceso directo a La Moncloa, Óscar López ha decidido ahora empezar a hacer méritos con el ‘caso Begoña’.

El ministro de Transformación Digital, que como jefe de Gabinete de Sánchez hasta hace tres semanas era una de las personas que seguía más de cerca la actuación del juez Juan Carlos Peinado, fue directo el pasado lunes en La Sexta y habló abiertamente de un “caso político”. Unas declaraciones que no han pasado por alto en el Gobierno y en el PSOE.

Después, en X, cuando se conoció el error del juzgado que retrasa de nuevo el proceso, apuntó directamente a la prevaricación. “Un suponer, una audiencia provincial le pide a un juzgado de instrucción que le remita toda la causa para decidir. El juzgado no envía todo y, en concreto, ni envía ni menciona un documento muy importante para resolver. Blanco y en botella”, dijo con dureza el ministro.

López fue especialmente rotundo, en un tono que el Gobierno no usa con ningún otro juez, ni siquiera los que han tomado decisiones muy perjudiciales para el Ejecutivo que dan al traste con cuestiones decisivas como la amnistía. En el Ejecutivo suman ahora a Óscar López a otros ministros, como Félix Bolaños, el de Justicia, que también se cuida mucho de hablar de los jueces, pero que ha sido especialmente rotundo en este caso.

El Chivato ha podido escuchar en ámbitos de la dirección del PSOE que el paso adelante del ministro de Transformación Digital responde a que sabe perfectamente que, durante los cinco días de reflexión, Sánchez practicó un atento seguimiento, persona a persona, de la actuación de cada uno de los miembros del Gobierno y de los principales dirigentes del partido.

Fue calibrando su comportamiento, su actitud, y en concreto si habían salido a defender a su mujer o, por el contrario, se habían mostrado tibios, e incluso si habían ‘pasado’ del asunto por el sistema de quitarse de en medio… como consideró que había hecho su entonces jefe de gabinete.

En Moncloa confirman que Sánchez se mostró muy enfadado porque nadie de su equipo más cercano saliera en defensa de su mujer. Y eso durante semanas, y a pesar de las noticias contra Begoña Gómez que se iban publicando en distintos medios de comunicación.

 
La mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso, Francina Armengol.
La mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso, Francina Armengol.

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