Pablo Iglesias lanza a sus peones contra Sánchez pero él se queda callado

En ámbitos políticos ha llamado la atención la virulencia con que los dos colaboradores más estrechos de Pablo Iglesias, los secretarios de Estado Ione Belarra y Nacho Álvarez, han arremetido contra Nadia Calviño por cuestionar tanto su modelo de regulación de los precios del alquiler, como las ayudas directas a las empresas en crisis.

Este enfrentamiento se produce en vísperas de la anunciada reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Un encuentro que debe servir, según La Moncloa, para engrasar las relaciones entre los socios de Gobierno, deterioradas en las últimas fechas por constantes discrepancias sobre cuestiones de calado.

Por encima del resto, el enfrentamiento más sonado ha sido el que ha protagonizado la número tres de Iglesias en la Vicepresidencia segunda. Es poco habitual que un secretario de Estado se atreva a abroncar en público al propio presidente del Gobierno. 

Pero Ione Belarra, en su calidad de secretaria de Estado para la Agenda 2030, ha exigido a Pedro Sánchez que haga entender a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que la regulación del precio del alquiler es un acuerdo de coalición, pese a que no le guste.

El Chivato ha podido escuchar en ámbitos del grupo parlamentario de Unidas Podemos que “Belarra habla en realidad estos días por boca de Pablo Iglesias”. Aseguran que el vicepresidente ha decidido utilizar a “sus peones” para atacar a su socio de Gobierno e incluso al presidente.

Mientras tanto, Iglesias ha optado, como parte de su estrategia, apartarse de la primera línea de las críticas antes de su cita con Sánchez esta semana en La Moncloa. Con un objetivo claro, según ha escuchado El Chivato a diputados de la formación morada: no llegar a ese encuentro con la tensión entre PSOE y Podemos al más alto nivel. “Iglesias quiere mantener la tensión pero sin que le alcance a él y a Sánchez”.

Eso explica “que haya lanzado a pesos pesados del partido en el Gobierno, pero él se mantenga callado”.

No se pasa por alto que el propio Sánchez aconsejó la semana pasada en el Congreso a Unidas Podemos “bajar los decibelios” para afrontar las diferencias que mantienen ambos socios y animó a demostrar que el diálogo es la forma de fortalecer el Ejecutivo. 

“Una petición que, al menos a Pablo Iglesias, el presidente no le podrá reprochar esta semana en Moncloa”, concluyen.