Pardines sigue presente en la memoria de la Guardia Civil
José Antonio Pardines Arcay fue la primera víctima mortal de ETA. Este guardia civil regulaba el tráfico en la Nacional N-I a la altura de Aduna (Guipúzcoa) el 7 de junio de 1968 cuando dio el alto a un coche en el que viajaban dos etarras. Al ir a registrar el vehículo, Txabi Etxebarrieta le disparó por la espalda varios tiros. El etarra murió poco después, al ir a ser detenido.
La Guardia Civil conmemoró este domingo el aniversario del primer atentado mortal de ETA publicando un vídeo en Twitter en recuerdo y homenaje a Pardines.
Pero hubo quienes decidieron recordar, en el lugar donde fue asesinado, al primero de los 195 agentes del Instituto Armado (y 14 retirados) caídos bajo las balas y las bombas de ETA.
El Chivato ha podido saber que este domingo 7 de junio se acercaron al kilómetro 446,7 de la Nacional N-I un grupo de guardias civiles, en activo y retirados, así como miembros de un club de moteros.
Los agentes en activo eran un par de motoristas de la Agrupación de Tráfico (la misma a la que pertenecía Pardines), procedentes de Navarra. Todos se acercaron en moto al lugar en cuestión, a las afueras de Aduna.
“Cumpliendo las medidas de seguridad” por el coronavirus, con mascarillas y guardando cierta distancia, colocaron un ramo de flores en el punto en el que cayó asesinado José Antonio Pardines, y ante sus motos se cuadraron y rindieron homenaje en silencio a la primera víctima mortal de ETA.
Los participantes recibieron un sencillo recuerdo, un diploma de participación en este homenaje con el escudo de la Comandancia de la Guardia Civil en Guipúzcoa (en Intxaurrondo, San Sebastián).
Precisamente en los últimos meses miles de españoles han seguido la serie ‘La línea invisible’, de Movistar +, en la que se recrea cómo ETA cometió sus primeros asesinatos, como el de Pardines y el posterior del policía Melitón Manzanas.
