Pedro Sánchez no se pierde los plenos del Congreso desde su Audi A8
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, utiliza de forma recurrente un Audi A-8 para desplazarse por Madrid, asistir a los plenos en el Congreso, a los eventos programados, actos, reuniones, citas…
Siempre viaja en un coche del mismo modelo, pero de diferente matrícula. La pintura negra y las ventanillas tintadas ofrecen cierta discreción a los ocupantes del automóvil. El presidente Sánchez se coloca en los asientos traseros y conduce un chófer.
El despliegue es llamativo porque el equipo del presidente, su jefe de protocolo y su jefa de prensa, suelen ir en otro vehículo. Según le cuentan al Chivato, “es una cuestión de seguridad y de comodidad para el presidente”.
Pues bien. En ese Audi, el presidente realiza llamadas o revisa apuntes y notas mientras se traslada a su próximo destino. El equipo de seguridad de Sánchez no ha querido dar más detalles del servicio que prestan y cuáles son sus medidas de protección y protocolo.
Pero El Chivato ha sido testigo de cómo, dentro del coche y a través del ordenador de a bordo, Sánchez sigue los plenos parlamentarios cuando llega y abandona las sesiones de control o los debates sobre la aprobación de iniciativas parlamentarias. No utiliza una tableta o un ordenador personal, sino la pantalla de la que dispone el vehículo en la parte delantera, junto al conductor y que está integrada de serie en el salpicadero del coche.
El equipo de seguridad está atento para prepararse cuando el presidente sale de la Cámara y se dirige al coche oficial. El vehículo suele estar colocado delante de la puerta del patio del Congreso de los Diputados y los guardaespaldas realizan un cordón para que los periodistas no puedan realizar preguntas a Sánchez en esos metros desde el Hemiciclo hasta el A-8.
Los ministros también suelen usar esta marca de automóviles para desplazarse, pero el despliegue no es tan complejo como sucede con el presidente del Gobierno. Tienen los vehículos en el garaje, recorren el patio y llegan al edificio contiguo para bajar al sótano donde les están esperando sus respectivos chóferes.
Una cosa más. Los coches que utiliza el gobierno son contaminantes. Fuentes oficiales admiten al Chivato que “no se prevé que, a corto plazo, se pase a coches híbridos o eléctricos”.
