“Que te vote Txapote”, de colarse en TVE a la bancada del PP en el Congreso
Hace ya dos semanas desde que una entrevista por un radar móvil se convirtió en un alegato en directo y en la televisión pública contra el presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Las quejas que estaba despertando un radar móvil en la localidad de Cazalegas, situado en la provincia de Toledo, llevó a las pantallas a uno de los presuntos afectados; pero no lo era. “¡Que te vote Txapote Sánchez!”, comenzó a espetar en plena emisión ante la sorpresa del periodista.
El profesional no tuvo más remedio que devolver la conexión al control ante la excitación del entrevistado, que iba en aumento. Fuentes de TVE aseguran a Confidencial Digital que, con las cámaras apagadas, amenazó de muerte al propio reportero. Tanto la productora como la televisión pública denunciarán al intruso por dichas afirmaciones.
La frase no tuvo mayor repercusión que el revuelo en redes sociales, protagonizado por los vítores de los detractores del Ejecutivo, y los reproches de quienes se solidarizaron con el periodista. Pero el pasado jueves, dio un salto cualitativo al colarse en la Asamblea de Madrid de la mano de la presidente regional, Isabel Díaz Ayuso, que terminó su intervención sentenciando hacia la bancada de la izquierda: “No queda otra que decir: que les vote Txapote”.
Esta vez la repercusión fue mayor y supuso la condena de distintos representantes políticos. Pero las palabras ya habían multiplicado su fama y se habían convertido en eslogan. Hasta que este miércoles, en la primera sesión de control al Gobierno de 2023 en el Congreso de los Diputados, ha vuelto a sonar la misma música. En una de las réplicas de Sánchez a la portavoz del Partido Popular, Cuca Gamarra, el barullo se ha apoderado de la sala por el debate por la ley del “solo sí es sí”. Coincidiendo con la bajada de los decibelios, un diputado del grupo popular que trataba de aprovechar el vocerío, ha lanzado la frase: “Que te vote Txapote”, ha resonado en el Hemiciclo.
El jaleo entre los representantes públicos, aunque decadente en el momento del exabrupto, ha sido suficiente para pasar inadvertido entre ambas bancadas. Y así ha quedado. Escalando desde el intruso de Cazalegas, hasta la sede de la soberanía popular.
El jaleo entre los representantes públicos, aunque decadente en el momento de la oración, ha sido suficiente para pasar inadvertido entre ambas bancadas. Y así ha quedado. Escalando desde el intruso de Cazalegas, hasta la sede de la soberanía popular.
