Los nombramientos de la ministra de Defensa marean a los generales
El Consejo de Ministros aprobó el martes varios nombramientos de generales para ocupar puestos superiores de la estructura del Ejército de Tierra que estaban vacantes por el pase a la reserva u otros relevos.
El Chivato ha podido comprobar que los destinos de esos oficiales generales han causado estupor entre altos mandos del Ejército de Tierra. Aseguran que la propuesta del Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general Amador Enseñat, era otra, totalmente distinta, y que ya había llegado a los interesados por determinados canales.
Sin embargo, la publicación de algunas previsiones de nombramientos habría provocado cambios de última hora, como ya ocurrió con el teniente general Luis Lanchares, que se quedó en su destino en OTAN en Holanda y sin ser nombrado 2º JEME.
Según le cuentan a El Chivato, al general de División José Manuel de la Esperanza le habían comunicado que sería el nuevo jefe de la Fuerza Terrestre (FUTER, con cuartel general en Sevilla). Parecía un destino lógico, ya que estaba hasta destinado en el Estado Mayor del Ejército, al frente de la División de Planes.
Sin embargo, finalmente ha sido nombrado jefe del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC), con base en Granada. La designación ha sorprendido, ya que el ya teniente general De la Esperanza no tiene experiencia en el ámbito de la enseñanza.
Quien estaba previsto que se hiciera cargo del Mando de Adiestramiento y Doctrina era el general de División Carlos Melero. Este general fue subdirector de Enseñanza del Ejército de Tierra y director de la Academia General Militar, de Zaragoza. El Mando de Adiestramiento y Doctrina coordina los centros de enseñanza, como la academia de Zaragoza.
El teniente general Melero ocupa desde hace unos días el puesto de jefe de la Fuerza Terrestre. Es decir, que Melero y De la Esperanza han terminado intercambiando los destinos para los que estaba previsto que fueran designados.
El Consejo de Ministros también aprobó el nombramiento del general de División Julio Salom Herrera como jefe del Mando de Canarias, y el ascenso a teniente general del general de División José Antonio Agüero Martínez, para el que por ahora no hay destino concreto.
De nuevo, en este caso se había adelantado que Agüero iría a Canarias, para sustituir a Alejandro Escámez, quien ha pasado a ser Segundo Jefe de Estado Mayor del Ejército. Y, de nuevo, la propuesta que finalmente llevó Margarita Robles al Consejo de Ministros cambió los planes.
En este caso, ha sorprendido que el general Julio Salom sea enviado a Canarias. Se esperaba que el Ministerio de Defensa lo propondría para mandar la NATO Mission Iraq, el despliegue de la OTAN para entrenar al ejército iraquí y prestar apoyo a las autoridades locales frente a los yihadistas del Daesh.
El Gobierno de España aspira a colocar en 2023 a un español al frente de la misión en Irak, en un puesto que va rotando entre países aliados. En el Ejército de Tierra se preveía que el candidato sería Julio Salom, quien siendo coronel jefe del Tercio ‘Alejandro Farnesio’ 4º de la Legión ya mandó un contingente de 300 militares españoles para adiestrar a las tropas iraquíes.
Pero Salom ha sido enviado al Mando de Canarias, y quien ha ascendido a teniente general y queda libre, sin puesto concreto, para aspirar a dirigir la NATO Mission Iraq, es Agüero.
Cuando ECD consultó al Ministerio de Defensa sobre el cambio de última hora que dejó sin puesto a Luis Lanchares, la respuesta fue que la competencia en estos nombramientos la tiene el Consejo de Ministros.
Sin embargo, entre generales del Ejército de Tierra se ha visto confirmada la idea de que Margarita Robles ha cambiado los nombramientos que tenía decididos el JEME Enseñat, y que habían sido apuntados en algunos medios de comunicación.
Esa práctica, de nuevo, tiene entre desconcertados y enfadados a no pocos altos mandos del Ejército. Les sorprende que en los niveles de segundo y tercer nivel en la cúpula del Ejército de Tierra no se apruebe simplemente lo planteado por el JEME, sino que, frente a ese plan, la propuesta de la ministra al Consejo de Ministros introduzca cambios en la designación de puestos de teniente general y general de División.
Tampoco ha pasado por alto que un puesto tan sensible como el Mando de Canarias, que controla el despliegue del Ejército en el archipiélago, en Ceuta y en Melilla, lo hayan ostentado en un año tres tenientes generales distintos: Carlos Palacios Zaforteza, Alejandro Escámez y ahora Julio Salom.
La conclusión de algunos altos mandos es que, actualmente, lo peor que le puede pasar a un oficial general es que su nombre salga en alguna quiniela, y se publique en un medio, para un determinado puesto, ya que es muy probable que automáticamente quede descartado.
