El rosario para soldados que fabrica una monja con hilo de paracaídas

El objeto es un tanto singular: un rosario elaborado con hilo del resistente cordaje que se utiliza en los paracaídas y con un crucifijo y una medalla de la Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa de París.

La autora de estas piezas, que se venden por internet, es una monja del convento de Lisieux, una pequeña localidad francesa de Normandía marcada por el histórico desembarco de los aliados en Francia en 1944.

Según ha sabido El Chivato, la religiosa que los elabora es la hermana de dos marines franceses, veteranos de las fuerzas especiales galas, que fueron quienes tuvieron la idea.

Tal y como explican sus promotores, la inspiración para crear estos rosarios parte de los capellanes militares que acompañaban a las tropas en el campo de batalla. Estos diseñaban pequeños rosarios confeccionados con cuerdas para ayudar a los soldados creyentes en los momentos de dudas o cuando sufrían graves heridas.

Como aseguran los impulsores de esta iniciativa, los materiales con los que se elaboran ahora los rosarios o brazaletes no son reflectantes, de forma que evitan revelar la posición del militar durante sus operaciones.