Sánchez quiere encerrar a los españoles en casa “solo por aclamación popular”
Melilla abrió el fuego de las peticiones de confinamiento domiciliario el pasado viernes. El lunes se sumó Asturias. El martes Ceuta y Castilla y León pidieron al Gobierno que habilite esa posibilidad por si se ve obligada a implantarlo. A todas el ministro de Sanidad, Salvador Illa les ha respondido que “no”.
Según ha escuchado El Chivato en ámbitos próximos al Gobierno, Moncloa y el Ministerio de Sanidad solo contemplan que “Pedro Sánchez acepte encerrar a los españoles en casa por aclamación popular”.
Una circunstancia que, hoy por hoy, el Ejecutivo central considera que no se da. La cuestión es importante porque el equipo del presidente busca a toda costa evitar el desgaste de una medida tan impopular. Es el motivo, reconocen, por el que Salvador Illa está por ahora “pidiendo paciencia y dando largas” a las comunidades que lo han solicitado.
De hecho, El Chivato ha podido escuchar también que, en el Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles, no hubo una mayoría de consejeros autonómicos que solicitara el confinamiento domiciliario. Y es el argumento al que se agarran en Moncloa: o hay una petición generalizada (como la declaración del estado de alarma) o Sánchez no tomará –ni asumirá- esa drástica decisión.
Solo reclamaron el confinamiento en casa Asturias, Melilla y Ceuta, aunque Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León y el País Vasco no descartaron solicitarlo si pasados unos días la pandemia sigue asfixiando la atención hospitalaria.
El Ministerio de Sanidad quiere que antes de recurrir al confinamiento domiciliario, las autonomías no sólo comprueben el efecto que han tenido las restricciones previstas en el decreto del estado de alarma (toque de queda y confinamientos perimetrales) sino que agoten los instrumentos jurídicos propios.
En Moncloa se pone el ejemplo de Cataluña que cerró toda la hostelería dos semanas atrás y ha ralentizado el crecimiento de la curva. Por eso, de momento no se plantea el encerrar en casa a sus ciudadanos. Mientras tanto, en cambio, no hay ninguna alabanza –ni en público ni en privado- a la evolución positiva de los datos de contagio en Madrid registrada en los últimos días.
