La sorprendente soledad de Luis de Guindos
La escena sorprendió a muchos de los empresarios y altos ejecutivos que acudieron el pasado fin de semana a las jornadas del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona).
Según escuchó El Chivato a algunos de los asistentes, Luis de Guindos parece haber comenzado a sufrir lo que tantos poderosos padecen cuando dejan de ocupar un cargo importante: la soledad y la indiferencia del mundo. Fue uno de los comentarios más recurrentes en los corrillos.
Durante estas jornadas, De Guindos quedó prácticamente arrinconado en el salón de conferencias, acompañado únicamente por los colaboradores que suelen estar a su lado. Pocos banqueros y constructores se aproximaron al ministro de Economía. Muchos ni siquiera se acercaron a saludarle en toda la noche.
“Quien le ha visto y quién le ve”, se preguntaba uno de ellos.
-- “Hace unos meses, no había quien hablara con Guindos. Era físicamente imposible, por la gente que había habitualmente a su alrededor. Estaba solicitadísimo en todos los eventos a los que acudía”, escuchó El Chivato a otro alto ejecutivo que observó la insólita escena.
Ahora, en Sitges, el centro de las miradas de la mayoría de los empresarios fue otro. En concreto, una figura emergente: Albert Rivera. Muchas personas se acercaron a saludarle, también para aclarar con el líder de Ciudadanos algunas dudas sobre su discurso.
Varios altos ejecutivos admitieron la otra noche que ven ya a De Guindos de salida. En pocos meses, su futuro puede estar en el Eurogrupo y, por tanto, lejos del Gobierno de España.
