Tierra española para las tumbas en Irlanda de los caídos de la Armada Invencible
“No hay un puñado de tierra / sin una tumba española”. Estos versos de Bernardo López, poeta del siglo XIX, son frecuentemente citados como resumen de la extensión mundial de la Historia militar de España, que lleva a que soldados españoles estén enterrados por todo el mundo.
Es el caso de Irlanda, donde naufragaron varios buques de la Armada que en 1588 el rey Felipe II envió para tratar de invadir Inglaterra, gobernada por la anglicana Isabel I. En los últimos años, asociaciones de España e Irlanda se esfuerzan en rememorar este episodio histórico, por ejemplo, con homenajes a los españoles que murieron en la costa irlandesa.
El Chivato ha podido conocer un homenaje personal que un español, lector aficionado a la Historia de España, realizó de forma particular para recordar a esos caídos en la expedición de la Armada contra Inglaterra.
Alberto Iglesias Torres quería recorrer los lugares donde naufragaron o desembarcaron los españoles que llegaron a Irlanda después de ser dispersados los buques por temporales marinos. Equipado con un mapa elaborado por la asociación española ‘Armada Invencible’, viajó en coche desde Dublín a la costa suroeste de Irlanda, y fue parando en aquellos lugares en los que hay constancia de que llegaron marineros y soldados de la Armada de 1588.
Pasó por ocho cementerios u otros lugares donde fueron enterrados miembros de la expedición militar contra Inglaterra. En todos ellos repitió su homenaje: echar sobre sus tumbas tierra española. Antes del viaje, había recogido tierra y la había llevado a una parroquia a que un sacerdote la bendijera.
También plantó algunas flores en las tumbas y las regó con agua que llevó en una botella desde España. Su idea con este gesto era que los muertos de la Armada Invencible se sintieran “más cerca de casa”, y también recordar que su muerte “fue por una causa santa”.
La Colina de los Ahorcados, la playa de Streedagh (en Grange), el castillo de Aileach, el cementerio de St. Cuthbert’s, el cementerio de la iglesia de San Patricio de Cairncastle (donde estaba el “árbol de la Armada”)... fueron algunos de los lugares donde dejó tierra española sobre las tumbas.
En algunos casos, se encontró con espacios dedicados expresamente a recordar este episodio histórico. En el cementerio Forthill de Galway, el vigilante le abrió las puertas cuando ya estaba cerrado y le mostró con orgullo las placas conmemorativas. Alberto Iglesias lamenta que allí una simple cruz de plástico recuerda a esos españoles enterrados.
Cerca de allí contactó con el dueño de un café, que reveló que era descendiente de un náufrago español. En otros lugares, tuvo menos suerte: se coló en algunos recintos, y comprobó que, si en algunos puntos de enterramiento hay lápidas, placas y cruces conmemorativas, en otros no encontró ningún elemento de recuerdo y ni siquiera las guías turísticas los citan.
Este aficionado a la Historia volvió de Irlanda con una sensación agridulce. Se sorprendió gratamente al ver que, en algunos puntos, se recuerda la ‘Armada Invencible’ como no se hace en España: es el caso de Grange, donde se pueden ver hasta murales en las paredes dedicados a este episodio histórico.
Sin embargo, también lamenta el abandono de algunos lugares de enterramiento. Por eso sopesa organizar una colecta para colocar una cruz “como merecen” los soldados enterrados en Galway, en vez de la cruz de plástico actual; una placa explicativa en la llamada Colina de los Ahorcados, donde varios náufragos españoles fueron ejecutados; y una lápida en el cementerio de St. Cuthbert’s, donde reposan los restos de centenares de tripulantes y soldados del buque La Girona.
