El truco de Ada Colau el 1-O para evitar ser inhabilitada

Ada Colau.

El pasado 14 de septiembre, a dos semanas de que se celebrara en Cataluña el referéndum independentista del 1-O, Ada Colau anunció un pacto con Carles Puigdemont para garantizar que los barceloneses pudieran votar… pero sin “poner en riesgo las instituciones”.

El acuerdo consistía en delegar en la consejería de Educación la decisión de abrir colegios de la Ciudad Condal y, a cambio, no dar la orden de abrir sedes municipales para evitar “cualquier perjuicio para el ayuntamiento”. Para el consistorio y para ella misma, que de esa forma evitaba cualquier tipo de inhabilitación posterior.

Ese pacto, explican a El Chivato cargos de la Generalitat, se cumplió totalmente, a pesar de que finalmente sí hubo locales de titularidad municipal abiertos el domingo. Una circunstancia que se logró gracias a un truco diseñado por la propia Ada Colau.

La alcaldesa y sus colaboradores realizaron durante la semana previa “varias llamadas” –nada quedó por escrito- y gestiones. De ese modo, en la tarde del viernes más de 15 sedes del Ayuntamiento no quedaron cerradas, lo que facilitó su “okupación” por voluntarios afines al ‘procés’ hasta el domingo, cuando llegaron las urnas y los primeros ciudadanos dispuestos a votar.

De esa forma, Colau cumplió su compromiso con Puigdemont pero sin implicarse en la celebración del referéndum. Una actitud que no ha gustado mucho en Esquerra, donde acusan a la alcaldesa de “buscar atajos políticos” para lograr votos independentistas. Eso sí, sin exponerse a cualquier tipo de sanción o a la inhabilitación.

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