“Las deportistas españolas son competitivas, guerreras, técnicamente perfectas, y en equipo son las mejores del mundo”

Cinturón negro sobre Alejandro Blanco. El olimpismo español en 3D. Fuerte, sano, sereno, joven: 15 años al frente del Comité Olímpico Español con el pebetero chispeante de proyectos. Sobre su ‘judogui’: Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020. Más los juegos de invierno. Y el Madrid del ‘relaxing cup’ que no pudo ser, “pero seguro que algún día lo veremos hecho realidad”. Un gestor en modo zen que ha puesto la proa mirando a Japón con estos datos recién salidos del horno: “2019 vuelve a constatar que el deporte español mejora sus resultados cada año”. Como apóstol del movimiento olímpico, predica el deporte más allá del marcador, de los podios y de los metales. Su sueño es un país donde el deporte una todos nuestros cainismos en torno a algo sano y grande. Porque ve que, si todos fuéramos el lado humano de Nadal, Gasol, Mireia, Lidia, Ruth, García Bragado, Teresa Perales o Niko, España sería otro imperio. De deportividad social

↑ Alejandro Blanco sostiene el olimpismo español con eficacia desde 2005. Fotos: Patricio Sánchez-Jáuregui.
↑ Alejandro Blanco sostiene el olimpismo español con eficacia desde 2005. Fotos: Patricio Sánchez-Jáuregui.

Alejandro Blanco es el presidente del Comité Olímpico Español desde 2005 y un testigo privilegiado del prestigio de los deportistas patrios en estos tres lustros olímpicos. Llegó a la cúpula desde el judo. Y tras Tokio 2020 dejará, previsiblemente, la presidencia con opción de podio en la historia del COE.

Cuentan los anales de la historia del Comité Olímpico Español (COE) que el récord de permanencia en la presidencia está ahí, al borde. Por un lado, los días todavía le otorgan el oro al Conde del Alcázar de Toledo, más conocido como General Moscardó. Entre 1941 y 1956 el militar fue el Delegado Nacional de Deportes y presidente del COE en la España franquista. A Alejandro Blanco le apetece tumbar esa marca con una llave de judo democrática, y está muy cerca de contemplar esa caída, porque en septiembre de 2020, cuando miremos por el retrovisor los Juegos de Tokio, cumplirá 15 primaveras exactas, y entonces quizás llegue el otoño de la transición a este despacho. Ya veremos.

Estamos en la sede del COE, un edificio exento que navega con rumbo audaz junto al Mar de Cristal. Sí, Madrid. Muchos peces frescos. Muchos hitos que pescar. Aros olímpicos y antorchas. Mascotas. Y fotos míticas de la España más olímpica, como la del Rey abanderado. En el fondo, aquí todavía huele al espíritu de Barcelona 92, pero el aire y las olas son de puro siglo XXI.

En el despacho de Blanco hay dedicatorias de deportistas, marcos con flashes épicos, premios, recuerdos. No cabe un Cobi. Más que fotografías, todos estos souvenirs vividos en primera persona son monumentos ordinarios al sudor, la sangre, las lágrimas, el esfuerzo, la recompensa, la alegría, los laureles y los olimpos que cosen las costuras humanas del deporte.

En sillón chéster de cuero marrón-balón-de-fútbol-de-la-preguerra -igual legado físico de Moscardó, quién sabe-, a poco menos de una yarda, conversamos en tatami con el sensei del olimpismo español contemporáneo. Ondea la bandera de los aros. Ondea la bandera española. Saludo inicial. Un kyu contra un 7 dan en un suave combate en son de paz.

2020. Este era el año de las olimpiadas que peleó Madrid bajo su batuta. ¿Madrid perdió ese tren para siempre?

En nuestra candidatura de Madrid 2020 defendíamos un nuevo modelo de juegos olímpicos adaptados a la realidad social y económica que vive el mundo. Perdimos la votación el 7 de septiembre de 2013, pero el 8 de diciembre de 2014, en Mónaco, la Asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI) aprobó la agenda 2020, donde se tenía en cuenta todo nuestro planteamiento sobre los Juegos, como veremos por primera vez en Tokio. Nuestra idea sobre este nuevo modelo no nos dio los votos, pero nos otorgó la razón, y eso avala que Madrid es la ciudad mejor preparada del mundo para organizar unos juegos olímpicos. Esa propuesta no puede morir. Estoy seguro de que veremos esa ilusión hecha realidad, porque somos pioneros de un modelo de futuro que ya es presente, por la calidad de nuestros deportistas, y por la capacidad organizativa de Madrid.

Madrid es la ciudad mejor preparada del mundo para organizar unos juegos olímpicos. Esa propuesta no puede morir. Estoy seguro de que veremos esa ilusión hecha realidad

¿Cuáles son las pautas de ese modelo-Madrid que se estrenan en Tokio?

En resumen: adaptar los Juegos a la realidad de las ciudades, y no las ciudades a los Juegos. Integrar todas las instalaciones que se deben construir a la idiosincrasia de cada deporte en ese país. No tenían sentido las macro instalaciones para 30.000 espectadores en determinados deportes que, al concluir los Juegos, se quedaban vacías, porque no contaba con demanda. Fíjese si tiene importancia esa simbiosis realista entre ciudad y Juegos que el proyecto que presentó Tokio contemplaba una inversión de 30.000 millones de dólares, y lo van a hacer con 11.000. Unos juegos deben adaptarse completamente a la ciudad y al país que los acoge.

 

Cuando se presentó Madrid 2020 veníamos de ganar el Mundial de Sudáfrica. ¿Ahora estaríamos a ese nivel?

Incluso un poco por encima, como hemos constatado al analizar los datos de 2019. El deporte español avanza en una línea ascendente y estamos a un nivel importantísimo; por eso somos el mejor país del mundo en deportes mediáticos. Cada semana comprobamos que el deporte español sigue siendo admirado por todo el mundo. 

El deporte español avanza en una línea ascendente y estamos a un nivel importantísimo; por eso somos el mejor país del mundo en deportes mediáticos

Después de mucho trabajo, y alguna historia -como la del relaxing cup en la Plaza Mayor-, la ciudad elegida para 2020 fue Tokio. Ya estamos en 2020 y hacia Japón miraremos todos este verano. ¿Cómo prepara el COE la cita olímpica?

Nosotros ya estamos en Tokio. Hay, prácticamente, 200 deportistas clasificado y, más o menos, a finales de mayo sabremos definitivamente qué deportistas estarán en los Juegos. Las federaciones deportivas de nuestro país están haciendo un trabajo extraordinario, por eso obtenemos tan buenos resultados. Yo soy muy optimista con Tokio. Espero que el 24 de julio, día de la inauguración, el equipo español esté perfectamente preparado para competir y para hacer unos buenos Juegos, independientemente del resultado. En estos cuatro años hemos visto cómo suben a lo más alto del cajón internacional nuestros deportistas para recibir la medalla y escuchar el himno español.ABlanco 2

Predecir medallas es difícil. Ninguna está segura. ¿Tiene usted números uno irrefutables en la cabeza?

Quizás la pregunta sería en qué deporte España no ha llegado aún al nivel más alto… La cuestión es que tenemos deportistas punteros, y parte del éxito es algo que no se valora suficientemente: en este país están los mejores entrenadores del mundo. Además, nuestra estructura de clubes nos diferencia del resto de los países. Con deportistas brillantes, entrenadores con el máximo prestigio y clubes y federaciones que son modelo en el mapa internacional, tenemos la base para ser el gran referente deportivo por muchos años. Entre todos deberíamos aumentar la cultura deportiva, y ahí no cuenta tanto el resultado de ser el primero en una competición, sino todo lo que mejoramos como personas a través del deporte.

Con deportistas brillantes, entrenadores con el máximo prestigio y clubes y federaciones que son modelo en el mapa internacional, tenemos la base para ser el gran referente deportivo por muchos años

Como sociedad: ¿valoramos ya el deporte sin fijarnos exclusivamente en los resultados?

Ese es el gran objetivo. Desde Barcelona 92 hemos crecido exponencialmente. En España hay 26 millones de personas que practican deporte de forma regular. La cultura del deporte incide cada vez más en nuestra sociedad. A los juegos olímpicos van 300 deportistas de los 26 millones que hacemos deporte. Mientras el deporte siga conquistando vidas, avanzaremos hacia una sociedad más integradora y más social.

Usted es cinturón negro de judo. ¿Es eso lo que le ha permitido estar 15 años al frente del COE?

La filosofía del judo ha reforzado en mí algo que ya me habían inculcado mis padres. En este deporte, los entrenamientos y competiciones empiezan con un saludo. Y cuando acabas, hayas ganado o hayas perdido, incluso si te han hecho daño, terminas saludando al contrincante. Mis padres me enseñaron a respetar a las personas y sus ideas, y el judo ha reforzado ese valor y me ha servido mucho en mi vida. Pero para ser presidente del COE he necesitado más cosas que el judo, porque si no habría sido muy complicado…

Lo digo porque estar 15 años al frente de una institución con tanta visibilidad no es fácil, y tampoco se oyen peticiones de relevo… Quizás sea de las pocas personas que se ha mantenido tres lustros al frente de un organismo de este estilo.

Eso es fruto del trabajo diario. Tanto en el COE como en la Federación de Judo ha quedado claro que el deporte es mi vida. Trabajar 16 o 17 horas al día no tiene ningún mérito. Los resultados de ese trabajo, contando con el cien por cien del deporte español, es lo que me mantiene aquí. Eso es lo que hace que los presidentes y la gente de la Asamblea hayan confiado en mí. El día que no sea así, lo dejaré y ya está. Ha sido la etapa más bonita de mi vida como dirigente, pero si estoy aquí es por lo que puedo aportar y por el cariño, el respaldo y el respeto con los que cuento. Sobre mi continuidad ya he adelantado algo, pero hablaremos definitivamente después de Tokio.

Licenciado en Ciencias Físicas: ¿cómo empezó su historia con el judo?

Empecé con el judo tarde -antes hacía fútbol- y en Valladolid, donde estudié la carrera. Pensaba estar cinco años, y estuve 24. Allí lo aprendí absolutamente todo. Con 20 años me metí en el judo, porque era un deporte que se adaptaba a lo que yo pensaba de la vida. He sido muy feliz con el judo, que me ha servido para todo.

¿Qué tiene que ver el principio de Arquímedes con el deporte?

Todos los principios y las teorías de la Física valen para la vida, y el deporte es, simplemente, una actividad más de la vida.

El principio de Arquímedes, en concreto, habla de la importancia del peso del cuerpo sumergido y su relación con el empuje vertical hacia fuera. El peso humano de los deportistas cada vez nos llama más la atención.

Veo que tanto en España como en el resto del mundo sucede algo en lo que he pensando muchas veces. Hace no muchos años quizás había unos referentes sociales que ahora no existen. Se generalizaban unas creencias que nos hacían fuertes y que hemos ido abandonando. Por contraste, el deporte cada vez tiene más importancia en la sociedad, porque vemos en los deportistas algo auténtico, real, posible… El deporte es una mezcla de sueños, ilusiones, esfuerzos, competiciones, metas, y logros, y eso es muy atractivo. El deporte es un escaparate donde se contempla lo que buscamos personalmente para nuestras vidas.

Vivimos en un tiempo en el que lo fácil es discutir por cualquier cosa. El debate es el modo básico de conversación. No somos capaces de estar unidos para nada, salvo mediante el deporte. El deporte une. El deporte es capaz de saltar barreras, acercar a personas que piensan de manera diferente en materias políticas, religiosas, filosóficas… El deporte no es competir el domingo: eso es una actividad física. El deporte es entender la vida de una forma y actuar en coherencia. El deporte es un todo vital.

El deporte es una mezcla de sueños, ilusiones, esfuerzos, competiciones, metas, y logros, y eso es muy atractivo. El deporte es un escaparate donde se contempla lo que buscamos personalmente para nuestras vidas

¿Sigue apegado al deporte?

Sí. Hago deporte siempre que puedo. Sería muy difícil transmitir lo que transmito sin seguir haciendo deporte.ABlanco 3

¿El respaldo al deporte ha sido constante en todos los gobiernos de España?

Habría que definir qué significa ‘respaldo’, porque todavía no se ha entendido suficientemente bien qué significa el deporte en nuestro país. Todos los gobiernos, como no puede ser de otra manera, han ayudado al deporte, pero lo que necesitamos es una política real que entienda al deporte como un todo y lo asocie a la educación, a la cultura, a la salud, a la innovación, a la investigación, a la promoción de empleo, a la representación exterior, a las infraestructuras… En la política -con mayúsculas- debe reflejarse que 26 millones de personas practican deporte en España.

Si el deporte no es una política transversal en estos momentos, ¿ya estamos llegando tarde?

Hacen falta campañas de deporte y educación, de deporte y cultura, de deporte e innovación, y empresas… El deporte afecta a toda la vida de un país. No puede ser un departamento estanco de un ministerio. El gran objetivo de la política debe ser la sociedad de mañana y ¿qué mejor que una política de deporte transversal para construir una sociedad saludable e integradora? En mi opinión, ese debe ser el principal legado de un Gobierno. Pedro Sánchez está en esa idea. Espero que pronto seamos capaces de ver que esa forma de entender el deporte se plasma em las líneas estratégicas de su gobierno.

¿Conoce a la nueva presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano?

He coincidido con ella alguna vez. Estuve en su toma de posesión. Espero poder reunirme pronto con ella para explicarle lo que pienso del deporte. A partir de ahí, la responsabilidad política es suya. El COE no entra en la política de partidos. Dependemos solo del COI.

¿Se notaba que a Mariano Rajoy le gustaba el deporte en el ejercicio de su Gobierno? ¿Se entendió bien con él?

Siempre he tenido buena relación con todos los presidentes del Gobierno. Con Mariano Rajoy, también. Él entendía muy bien el deporte, aunque no le haya podido dedicar todo el tiempo que le habría gustado, como me transmitió en alguna ocasión, porque le tocó estar al frente del Ejecutivo en un contexto de crisis.

¿Le ve en la cúpula del fútbol español?

Sinceramente, no.

El baloncestista Pedro Sánchez está cerca de esta casa. ¿La política nacional, cuando piensa en deporte, lo hace en las élites deportivas o en toda la sociedad?

Pedro Sánchez tiene una verdadera preocupación por el deporte global. Hoy hay una apuesta muy firme por el deporte femenino y por el deporte inclusivo. Estamos ampliando la base del deporte. Ya estamos viendo que no interesa solo la competición, sino proyectar sus valores para que impregnen toda la sociedad.

En estos 15 años al frente del COE habrá visto absolutamente de todo. ¿Han existido injerencias políticas?

Aquí, no.

Usted nunca entraría en política, pero le han hecho propuestas.

Fue hace años. Nunca entraría en política. Siempre lo he tenido muy claro. Todos hacemos política en nuestras vidas, pero intento -y creo que lo he conseguido- que donde yo esté la única política sea defender a España a través del deporte, sin colores de partidos. La independencia del movimiento olímpico es sagrada.

¿El olimpismo español nota el respaldo de la Corona?

¡Sin ninguna duda! El Rey fue nuestro gran abanderado en Barcelona 92, y el papel de los reyes eméritos a favor del olimpismo ha sido muy generoso. Siempre que el deporte necesita a la Familia Real, sus miembros se han convertido en nuestros líderes, porque entienden y quieren al deporte de verdad, por eso para el COE son grandes referentes.

Todos hacemos política en nuestras vidas, pero intento -y creo que lo he conseguido- que donde yo esté la única política sea defender a España a través del deporte, sin colores de partidos. La independencia del movimiento olímpico es sagrada

¿Qué deportistas están en el dream team particular del presidente del COE?

Me faltan huecos para meter a todos los deportistas españoles que están en mi dream team. Desde que empecé en la Federación de Judo en 1993 hasta ahora he vivido los mejores momentos de la historia del deporte español. He conocido personalmente a los grandes deportistas, pero me quedo con las grandes personas que están debajo, porque son un lujo para nuestro país y para el mundo. Si analiza deporte por deporte y año tras año, la lista de deportistas candidatos a formar parte de un dream team sería una historia interminable.

¿El deporte femenino es igualitario, o quedan flecos en materia de igualdad de oportunidades?

En igualdad de oportunidades creo que no quedan flecos. El gran salto del deporte femenino se ha dado cuando todas las federaciones han decidido dedicar los mismos presupuestos y la misma atención a las chicas y a los chicos. Las deportistas españolas son competitivas, son guerreras y técnicamente perfectas, individualmente y en conjunto son las mejores del mundo, y en el momento en que han tenido medios, se han disparado en todos los deportes. Es más: tienen un presente espectacular, pero el futuro lo será todavía más, porque hay una generación de chicas auténticamente fuera de serie.

En Tokio 2020 colgarán las botas, previsiblemente, olímpicos españoles ya míticos. Dígame algo sobre:

Teresa Perales

Ojalá no se marche nunca de ningún sitio, porque es una joya como persona y como deportista. Ahí están sus medallas olímpicas, y el ejemplo que nos da cada día.

Chuso García Bragado

García Bragado es uno de los grandes deportistas de la historia de este país. Nos enseña a todos la importancia del deporte para seguir siendo competitivo sin tener en cuenta el carnet de identidad. Quedar octavo en el Campeonato del Mundo a los 49 años ha sido un récord espectacular.  Es un lujo de deportista y de persona.

Me costará mucho ver a los dos fuera de competición. Veremos qué hacen después de Tokio, en cualquier caso, son dos deportistas cuyos nombres están escritos con letras de oro en la historia de nuestro deporte. Personalmente, los quiero mucho a los dos.

¿Cómo está el COE de salud, de madurez, de proyectos jóvenes?

Cada vez estamos más vivos y abriendo nuevos horizontes. Por ejemplo, ahora nos hemos convertido en el primer comité olímpico del mundo en firmar un acuerdo con la ONU sobre políticas eficientes de sostenibilidad. Muchos comités de otros países están visitándonos para sumarse a esta causa. El deporte no tiene ni puertas, ni muros. Seguimos avanzando sin olvidar nuestra misión primordial: ayudar a los deportistas y fomentar los valores del deporte y del olimpismo.

Tengo entendido que la relación entre el COE y Comité Paralímpico Español atraviesa los mejores momentos del binomio.

Llevo en esta casa desde 2005, y si tuviera que puntuar del 1 al 10 mi relación con el Comité Paralímpico y, en concreto, con su presidente, Miguel Carballeda, le pondría un 10. ¡Siempre ha sido así! Yo no distingo el deporte olímpico del paralímpico. Para mí es honor estar al lado de ellos y aprender de todos. En los actos del COE vienen deportistas paralímpicos que se sienten como en su casa, porque realmente esta es su casa.

¿Usted podría ser otro Juan Antonio Samaranch?

No. Imposible. Él fue un gran innovador y un gran soñador que cambió la historia del movimiento olímpico. Tenía una capacidad de convencimiento como no he visto a nadie en el mundo. Juan Antonio es único. Mi vida en el universo olímpico pivota en el COE y aquí termina.

¿El peso de España en el deporte está bien representado en el COI?

Sí. La Asamblea del COI puede tener como máximo 110 miembros, de los 206 comités olímpicos. De esos 110 miembros -que ahora mismo son 100- España está representada por Juan Antonio Samaranch Salisachs, vicepresidente del COI; José Perurena, presidente de la Federación Internacional de Piragüismo, y Marisol Casado, presidenta de la Federación Internacional de Triatlón. Los tres son excelentes dirigentes reconocidos y aplaudidos en el mundo. Estamos muy bien representados.

Hay un debate social en torno a la difícil integración social de los deportistas de élite cuando dicen adiós la competición.  El caso de Blanca Fernández Ochoa lo puso de nuevo sobre la palestra. ¿Es un tema importante para el COE?

La primera decisión que tomé cuando llegué al COE en diciembre de 2005 fue crear una Oficina de Atención al Deportista. ¡Claro que nos preocupa esa transición! En estos años nos hemos convertido en el organismo de referencia en esta cuestión. Dejar el deporte de competición es un paso muy complicado, por eso es tan importante formarse durante la etapa competitiva. Hay que intentar que cuando un deportista da el paso esté preparado para la siguiente competición, que es más larga y más dura. El COE invierte muchísimo en formación. Tenemos un convenio con la Universidad Católica de Murcia (UCAM), donde más de 350 deportistas están estudiando. Hacemos cursos para mayores de 25 años, sacamos puestos de trabajo y preparamos para esas plazas… De todas formas, el 55% de los deportistas que van a los juegos olímpicos tienen carrera universitaria o master. El propio deportista se forma por su cuenta, pero nosotros debemos ayudar a los que lo tienen más difícil. Nosotros siempre estamos ahí.

El 55% de los deportistas que van a los juegos olímpicos tienen carrera universitaria o master. El propio deportista se forma por su cuenta, pero nosotros debemos ayudar a los que lo tienen más difícil

Tengo entendido que no necesita dormir más de tres horas al día…

Tres horas y medias, para ser exacto.

Y se le ve bien…

No se me ve cansado, ¿no?

¿Le quedan posos de gallego?

Ser gallego es un máster… Si se entiende por ser gallego haber nacido en una región de España maravillosa, muy bien. Si significa, en realidad, no aclarar si subes o si bajas, entonces no, porque yo soy muy claro. La gente ha sabido si subía o si bajaba durante toda mi vida. No creo que eso defina a los gallegos, pero en fin…

Madridista.

Sí. Madridista convencido, además.

¿Hay ya uniforme español para Tokio 2020?

Ya está aprobado y se está confeccionando. Se presentará entre mayo y junio.

¿Mas rojo? ¿Más amarillo?

Este año combina todos los colores. Es muy bonito.

¿Se ha decidido quién será la abanderada o el abanderado para Tokio?

Se decidirá en la junta de federaciones olímpicas de mayo, donde estarán presentes las 33 federaciones españolas con un pie en Tokio, más tres dirigentes del COE. La elección del abanderado empieza teniendo en cuenta el número de medallas, y desde ahí se toma la decisión.

Durante su presidencia del COE Rafa Nadal se ha ido forjando como la referencia deportiva española…

…Rafa Nadal es la referencia más significativa del deporte mundial, no solo del deporte español. Es el deportista más demandado, al que le piden más fotos, y más autógrafos, de los 11.600 que están en la villa durante los juegos olímpicos.

Viendo los deportistas con opciones a podio en Tokio, me he dado cuenta de que hay algún Nadal, y muchos deportistas más anónimos. Incluso, quizás, son más anónimos que cuando nos parecía conocer a todos en Barcelona 92. Por ejemplo: Nikoloz Sherazadishvisi puede ser oro en judo en Japón, y es posible que la opinión pública no le ponga cara.

Barcelona 92 tampoco es un parámetro para medir la popularidad de nuestros deportistas, porque los Juegos fueron en casa… En cualquier caso, Niko, por ejemplo, ha sido campeón del mundo con 20 años y es el deportista con más puntos del mundo en el ranking de todas las categorías de judo; es decir, es el número uno del mundo en 2019. Niko sale más en los medios de lo que habría salido antes de 1992. En la información deportiva en España los medios se centran, primero, en el fútbol; segundo, en el fútbol; y tercero, en el fútbol, pero aquellos deportes que cuentan con menos espacio en los medios de comunicación antes tenían todavía menos.

Se ha pegado un salto cualitativo y cuantitativo importante. Mireia Belmonte, Lydia, Carolina, Ruth Beitia -en su momento-, Sandra Sánchez, Damián Quintero, o Niko ya tienen más presencia en los medios que antes. Aun no se ha dado la igualdad, porque lo que vende es el fútbol, pero en la prensa deportiva ya vemos páginas de motor, de baloncesto, de balonmano, y cuando hay algún gran éxito individual pueden incluso ser portada. Nuestros deportistas son hoy referentes sociales. Muchas casas de moda apuestan por ellas y ellos. Todavía hay que avanzar, pero no es bueno olvidar dónde estábamos y cómo hemos cambiado.

Cuando le eligieron presidente, la prensa deportiva dijo: “Con fama de hombre sencillo, sincero y dialogante, se presenta dispuesto a aportar un nuevo estilo al COE, asociado tradicionalmente a un perfil presidencial más elitista y vinculado en más de una ocasión con la aristocracia española”. ¿Ha cumplido esas expectativas?

Yo creo que sí, porque después he sido reelegido en cuatro elecciones sucesivas desde 2005. La vez que menos apoyo tuve conté con el respaldo del 98% de los electores. Creo que las expectativas que había creado se han cubierto. En cuanto a mí, sigo siendo esa misma persona. No he cambiado. Me gustaba y me gusta el deporte, sé para qué estoy aquí. Si sabes quién eres, de dónde vienes, qué objetivos tienes, y convences a la gente, te votarán. Si no eres capaz, te dirán que te quieren mucho, pero apostarán por otro presidente. Esto es muy fácil.

Si sabes quién eres, de dónde vienes, qué objetivos tienes, y convences a la gente, te votarán. Si no eres capaz, te dirán que te quieren mucho, pero apostarán por otro presidente. Esto es muy fácil

¿Cómo le gustaría ser recordado por la gestión de estos lustros?

Nunca me lo he planteado… El reconocimiento que yo siento es el del día a día. Antes de esta entrevista ha estado aquí una deportista con un problema, porque cuando tienen un problema, los deportistas vienen a hablar conmigo. Para mí eso es lo más importante. Yo no quiero que me recuerden. Mi vida es hacer camino. Con el cariño de la gente y el rumbo fijo del COE hacia las primeras posiciones del COI me doy más que pagado. Lo único que quiero que quede es la honradez conmigo mismo y con los demás.

De los cinco colores olímpicos, ¿cuál representa mejor a Alejandro Blanco?

Los cinco.

¿Será usted un oro del olimpismo español?

No lo busco. No compito. Solo me interesa ser justo y dar lo que tengo al deportista y al deporte.ABlanco 4

REBOBINANDO

Hay tres palabras que no están escritas en el frontispicio del COE, pero que se leen en el ambiente del despacho presidencial de Alejandro Blanco:

Excelencia: oros, platas, bronces, diplomas, esfuerzo, superación, un centímetro más, un segundo menos.

Respeto: contrincantes dignos, máxima educación, y alergia al perjuicio. Anillos de colores diversos unidos en red.

Amistad: piña de mujeres y hombres que suenan a orquesta haciendo camino hacia metas grandes. Llama incesante que crepita también en las carreras de fondo, y cuando hay que saltar obstáculos, y cuando se debe pasar el relevo.

El movimiento olímpico es una gran antorcha para todas las sociedades del mundo. Con el ejemplo de la deportividad, mujeres y hombres entrenados, tenaces, capaces y muy humanos, piensan y actúan más alto, más lejos, más fuerte.

Entre el atractivo de la prueba superada, del reto conquistado, del logro épico, y el cansancio, las rozaduras, las lesiones, y la ilusión de levantarse después de cada caída con un resorte instantáneo, deportivo.

Dolor y gloria. Cielo y barro. Sonrisas y lágrimas.

Queda poco menos de medio año para desembarcar en Tokio. España vuelve a los segundos juegos olímpicos de la ajetreada capital nipona 56 años después. Entonces nuestro equipo ondeaba una bandera de España donde posaba, atrapada, el águila de san Juan. De los 19 deportes olímpicos de entonces, participamos en nueve. No ganamos ninguna medalla. Trajimos solo cuatro diplomas olímpicos: hockey hierba, boxeo (Domingo Barrera), ciclismo en ruta (José Manuel López Rodríguez) y atletismo (Luis Felipe Areta).

En los pasados Juegos de Río 2016, la España con bandera libre cosechó 17 medallas, siete de ellas de oro macizo: Mireia Belmonte (natación), Ruth Beitia (atletismo), Carolina Marín (bádminton), Rafa Nadal y Marc López (tenis), Marcus Walz (piragüismo), Saúl Craviotto y Cristian Toro (piragüismo), y Maialen Chourraut (piragüismo en eslalon). Logramos, entonces, 38 diplomas olímpicos. Y competimos en 25 deportes diferentes. 163 hombres y 143 mujeres: 306 deportistas españoles pusieron, entonces, su pica en Brasil.

Y desde Barcelona 92 -22 metales- hemos estado cercando las 20 medallas y dejando el pabellón español alto, lejos, fuerte. Detrás de estos podios, dice Blanco, están unos deportistas y unos entrenadores de primera. Unas federaciones que juegan al pie -parece-, y que quizás tengan que arriesgarse a ser más transparentes. Unos clubes que pisan tierra, pero navegan mar adentro. En alguna esquina de este éxito está también el poderío del COE, y el empeño de su actual presidente. Blanco es cinturón negro. Encarna deportividad, universalidad y humanismo. Deporte y vida.

Con las manos sobre los cuádriceps y las palmas mirando hacia abajo, flexionamos el tronco. En teoría -de judo- después debería deslizarse el tren superior del cuerpo hasta apoyarse en el suelo, pero falta elasticidad… El deporte nacional saluda de rodillas al sensei del COE. Después de Kobe, ningún lugar del mundo puede ser más oportuno que Tokio para que un judoka vuelva a nacer cuando se apague la llama de las olimpiadas más contemporáneas.

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