Amoladoras a batería para talleres. El reto de la duración

Despedirse de los cables es una comodidad, pero, ¿dan las nuevas amoladoras una buena autonomía?

Amoladoras a batería para talleres. El reto de la duración

Las amoladoras son una de las herramientas más empleadas y más versátiles en los talleres. Sus discos son ideales para cortar, para pulir o para erosionar cualquier superficie sin problema. De hecho, sus cabezales intercambiables les permiten trabajar con todo tipo de material libremente.

Pero todas ellas tienen una limitación importante: su cable. Al tener que estar conectadas a la corriente, ya exigen disponer de una toma eléctrica para poder alimentarse y funcionar. Es un factor que juega en su contra, como también sucede con otras herramientas eléctricas, pero que poco a poco se está solucionando con los nuevos modelos.

Y es que ya estamos pudiendo ver amoladoras a batería en talleres. Los modelos más punteros, pincha aquí para ver muchos de ellos, han incorporado baterías en su interior que, aunque requieren recargas periódicas, permiten trabajar a máximo rendimiento sin necesidad de estar atadas a un cable.

Eso es algo que, como podrás imaginar, da una versatilidad descomunal a estas herramientas; pero al mismo tiempo plantea otro problema. Hablamos de herramientas que van alimentadas por un motor que se encarga de dar la fuerza al disco con el que se trabaja, y eso desencadena un consumo que afecta directamente a la autonomía.

El desafío con las amoladoras a batería precisamente está en este componente extra. ¿Cómo se puede dar una buena duración? ¿Cuáles son las cifras de duración adecuadas para estos aparatos? Son cuestiones que deben resolverse y que ya se han planteado, aunque las soluciones quizá no están llegando a lo ideal para trabajar con total libertad en un talle.

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¿Cuánto duran las amoladoras a batería modernas?

La duración de las baterías de las amoladoras sin cables es algo muy relativo. En realidad, todo depende del modelo, sobre todo porque es el que determina la potencia del motor y, por tanto, el consumo que se hace de la energía; como también depende de la capacidad de dicha batería.

Ambas cosas acaban determinando la duración de este aparato a la hora de ponerse manos a la obra, como también el precio que pueda tener. Generalmente, no suelen durar más de un par de horas o, a lo sumo, 5, trabajando a pleno rendimiento.

Y es algo lógico, ya que los motores eléctricos tienen que suministrar una potencia bastante elevada, lo que provoca que consuman la batería a un ritmo bastante elevado. Es la otra cara de la moneda. Y es que, aunque se gane en libertad, por otra parte se resta esa duración que pueden ofrecer las amoladoras con cable más tradicionales.

Una ventaja que, al mismo tiempo, es también un hándicap. No tienes libertad absoluta para trabajar, aunque sí la tienes en cuanto a movilidad y lugares, ya que podrás usar la amoladora en cualquier sitio sin tener que preocuparte porque haya o no una toma de corriente cercana.

Los fabricantes buscan mejorar la autonomía de las amoladoras

La autonomía es una de las asignaturas pendientes de los fabricantes de las nuevas amoladoras. De hecho, es su principal objetivo tanto a corto como a largo plazo. Buscar la forma de mejorar la duración de estos aparatos sin cables es algo a lo que le queda mucho recorrido, su principal desafío.

La principal solución en esta situación es aumentar la capacidad de la batería. Sin embargo, esto deriva en otros dos problemas. Por una parte, hace que la herramienta tenga que aumentar de tamaño; por otra parte, hace que el peso también sea mayor y, por lo tanto, se reste un poco de maniobrabilidad.

Otra vía a explorar es conseguir motores más eficientes, que consigan un mayor rendimiento trabajando más con un menor consumo. Son las dos principales vías que se están explorando, aunque la que más fuerza está consiguiendo últimamente es la de mejorar la capacidad de las baterías.

Esto se debe, principalmente, a que el uso de nuevos materiales y nuevas tecnologías puede permitir la creación de baterías para amoladoras con mayor capacidad, sin necesidad de tener un mayor tamaño. Es uno de los frentes que se está explorando, y uno de los que más va abriendo el camino en este ámbito.

Queda mucho por recorrer en este ámbito, sobre todo para dar con mejoras que permitan disfrutar de libertad total a la hora de utilizar amoladoras. Poco a poco irán surgiendo modelos que garanticen una mayor autonomía, aunque eso es algo que ya estamos viendo a diario con lo que ofrecen marcas como Bosch.

Amoladoras sin ataduras, con mayor duración y con esa versatilidad que las hace tan especiales. Sin duda, son una de esas herramientas que debes mantener cerca en tu taller para trabajar como un profesional. Aunque, si quieres ahorrarte recargas, siempre podrás optar por un modelo tradicional.