A Alberto Contador, el ‘Armstrong español’, que se repone de una complicada intervención cerebral y gana la vuelta ciclista más prestigiosa del mundo
Alberto Contador levantabó ayer, emocionado, los brazos como vencedor de la presente edición del Tour de Francia. El ciclista de Pinto, de amarillo, ha luchado duro a lo largo de su aún corta vida deportiva. Hace apenas tres años, en una etapa de la vuelta Asturias, sufrió una aparatosa caída en la que se golpeó el cráneo. Tras unos días en observación, fue dado de alta pero comenzó a sentirse indispuesto. Volvió al hospital y tuvo que ser intervenido de un cavernoma cerebral. Desde entonces, Contador tiene una inconfundible cicatriz en su cabeza. Pero esta operación no le ha impedido al ciclista continuar practicando su deporte favorito. Muchos son los días en que, precedido del coche de su padre, recorría de un extremo a otro las carreteras de la Comunidad de Madrid. Ayer, Alberto Contador dio una alegría más al deporte español y escribió otra página más en la historia de los ganadores de la vuelta ciclista por etapas más prestigiosa y exigente del mundo, el Tour de Francia. Guinda merecida al ciclista madrileño Alberto Contador, el Lance Armstrong español, por su espíritu de sacrificio y por estar llamado a ser el sucesor de los Indurain, Perico Delgado, Luis Ocaña, Bahamontes y compañía.
