A Álvaro Uribe, presidente de Colombia, por sus dotes de orador en un momento en que todo el mundo recurre al papel o al teleprompter

En su almuerzo en el Foro Nueva Economía, el presidente colombiano Álvaro Uribe dejó a todo el mundo boquiabierto por su capacidad oratoria. Una hora de discurso y las preguntas subsiguientes aguantó el mandatario iberoamericano sin mirar un solo papel ni titubear un solo momento en su retórica. Todo esto lo combinó con una voz de sorprendente fuelle. Es una lección de inteligencia y articulación mental frente a tantos diputados capaces sólo de llevar papel o cometer errores e incluso frente a un Obama que todo lo lee en el teleprompter. Guinda a un señor que, desde luego, sabe bien de lo que habla.