Al magistrado Emilio Calatayud, que busca salidas ingeniosas de reinserción desde el juzgado de Menores de Granada

Lo contaba ayer la agencia EFE. El magistrado Emilio Calatayud, del Juzgado de Instrucción de Menores número 1, ha condenado a un joven de diecisiete años a que ayude en las tareas de limpieza de la fachada de los Juzgados de Menores de Granada durante 72 horas. El menor fue detenido cuando pintaba un graffiti en un camión. Este juez, al parecer, ya es conocido por lo innovador de sus sentencias, ya que ante infracciones menores prefiere condenar a los jóvenes con colaboraciones en organizaciones solidarias, como Cruz Roja. Del mismo modo, a los que cometen infracciones de Tráfico los envía a hospitales para que vean las consecuencias de los accidentes. La idea que parece subyacer en esta actitud del magistrado es que a veces estas medidas ayudan más que una sanción normal y corriente porque enfrentan al joven con su problema. De este modo se procura la mejora de la conducta del chaval y no sólo su castigo. Guinda por una sensata aplicación de la justicia.

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