A Fernando Maura, ex diputado del PP vasco que ha estado 20 años cuidando a una hija ingresada de forma permanente en la UCI con infarto de médula espinal

La historia está narrada con todo detalle en un artículo publicado hace unas semanas por el diario El País (véalo aquí). El relato es sobrecogedor. Una niña que nace con el cordón umbilical enrollado en el cuello lo que provoca un infarto de médula espinal. Como consecuencia de la falta de oxígeno, el bebé vino al mundo sin movilidad en brazos y piernas. Además, debía permanecer de por vida conectada a un respirador en una unidad de cuidados intensivos. Veinte años estuvo así, hasta que el pasado 2 de marzo, dijo basta. Durante todos estos años, su padre –que ahora milita en la Unión, Progreso y Democracia de Rosa Díez- estuvo a su lado, solícito y atento. La niña se convirtió en protagonista de aquella sala: avisaba con sonidos a las enfermeras cuando otras ingresadas empeoraban, allí recibió la primera comunión, aprendió las lecciones que le daban, se disfrazaba, daba el parte médico oficioso de las demás internas a sus familiares… Mientras tanto, Fernando Maura permanecía junto a ella. Hace cinco años, perdió a su mujer, rota por la depresión. Guinda a don Fernando, un ejemplo para todos de coraje y entereza.