A Fernando Sebastián, arzobispo de Pamplona, que caminó descalzo durante una procesión para reparar por una pancarta blasfema que se paseó en los Sanfermines

Unas 8.000 personas acudieron el pasado domingo al acto de “reparación del Crucificado” que se celebró en Pamplona como respuesta a la “blasfema pancarta” que la peña Mulhiko Alaiak paseó por las calles durante los Sanfermines. En ella aparecía un Cristo en la cruz con el brazo derecho en alto, simulando el saludo franquista. El arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, recorrió sin calzado alguno los 300 metros que separan la plaza de Santa María la Real, donde comenzó el acto, hasta la catedral. Se ha tratado de un gesto valiente, llamativo, y coherente con las creencias de un buen número de españoles. Una actuación que supone un aldabonazo más para los que consideran que se puede herir impunemente la sensibilidad de los creyentes y ofender los sentimientos de los que no piensan como tú. No da igual. Guinda para el audaz gesto del arzobispo de Pamplona.