Al jefe de la Unidad de Caballería de la Policía, responsable de la adquisición (por fin) de 270 cascos que demandaban los agentes
En verano, una amazona que participaba en un ejercicio de la Unidad de Caballería de la Policía Nacional sufrió una grave caída y entró en coma. Días más tarde murió. Lo más alarmante de todo es que la agente no llevaba casco porque, según fuentes policiales, “no había suficientes para todos”. Semanas más tarde se produjeron incidentes similares, aunque el resultado no fue de tanta gravedad. El marido de la policía fallecida lamentaba que el Cuerpo Nacional de Policía aún no hubiese comprado cascos para todos aquellos agentes que trabajasen a lomos de un caballo. Pues bien, el Boletín Oficial del Estado del 22 de octubre de 2008 anuncia que el CNP ha iniciado la compra de 270 cascos para dotar al cuerpo de Caballería de esta protección. El importe total es de 100.000 euros. Hay que reconocer que el responsable de seguridad trata ahora, al menos, de enmendar el error y solucionar el problema. Guinda al jefe de la Unidad de Caballería de la Policía, que rectifica.
