Al puñado de dirigentes sensatos que todavía parecen quedar en el Gobierno y convocan al encargado de negocios de Bolivia

Como ya se ha puesto de manifiesto repetidas veces desde estas mismas páginas, el Presidente del Gobierno español ha dado muestras patentes de su enorme torpeza a la hora de establecer las prioridades de nuestro país en su política exterior. Y el entusiasta alineamiento junto al indigenista Evo Morales es una de esas impericias que ahora paga cara España, tras las decisiones del líder boliviano. Sin embargo, hoy nos corresponde valorar la decisión del Ejecutivo, hecha pública este martes, de convocar al encargado de negocios boliviano, Álvaro del Pozo, en relación con esa nacionalización energética de los hidrocarburos del país andino. Nuestros dirigentes manifestarán a Del Pozo “su más profunda preocupación y sus consecuencias para las relaciones bilaterales” que tiene esta decisión. Se trata de lo mínimo que debía hacer ahora nuestro Gobierno pero, vistas las cosas, hay que alegrarse de que al menos siga habiendo políticos y diplomáticos gubernamentales decididos a impedir la “caída libre” en la que estamos inmersos. Triste consuelo. Pero las cosas están así: hoy hay que darle la guinda a unos gobernantes que sólo cumplen con su deber.