A los productores de “El gran silencio”, que arrasa en las salas de cine bajo el criterio equilibrado de los espectadores

Queda hueco en las salas de cine para la proyección de un documental que ha dejado sorprendidos a empresarios de la gran pantalla y a los propios productores de la cinta. “El gran silencio” arrasa y deja tirada por los suelos a otras proyecciones revestidas de la provocación como “Borat”, criticada en estas mismas páginas. Hay sentido común en el español medio que ante tanta avalancha de proyecciones y películas de todo pelaje elige con acierto este documental que viene avalado con galardones y buena crítica desde todos los sectores. Tres horas de un silencio casi extremo, salpicado por rezos y cantos gregorianos que son seguidos no solo por quienes llevan hábito sino también por familias normales que buscan en el cine unos tranquilos momentos de ocio. Una guinda para la productora por ofrecer un producto que permite compartir durante unas horas de sosiego la vida de unos monjes cartujos.