A Adrià Alemany, esposo de Ada Colau, que comienza a trabajar en el Ayuntamiento de Barcelona sin publicar el sueldo de su cargo

Para exigir trasparencia en la política hay que predicar con el ejemplo. Algo que no está haciendo la nueva alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su marido, Adrià Alemany, que comenzó ayer en su nuevo puesto en el consistorio de la ciudad condal. Colau subrayó que no es el Ayuntamiento de Barcelona quien ha contratado a su pareja, sino que ha sido la coordinadora de BComú –y no ella–. Respecto a su salario, se limitó a decir que "se someterá al código ético". Un detalle poco favorecedor para la imágen de transparencia total que se quiere ofrecer desde el nuevo gobierno local de Colau.

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