A Burger King, que retira una de sus hamburguesas XXL haciendo caso a Sanidad, pero saca al mercado otra con más calorías que la anterior
La cadena de comida rápida parecía que se había tomado en serio lo que firmó con el Ministerio de Sanidad en 2005: no promover el consumo de raciones gigantes, sobretodo para evitar el aumento de la obesidad infantil y la falta de una dieta mediterránea acorde con nuestra cultura y nuestras necesidades físicas. Burger King, finalmente, ha retirado esa hamburguesa con 971 calorías, pero ha sacado al mercado otra con 1.040. ¿Qué ha hecho? ¿a qué estrategia ha recurrido? Pues no publicitarla, es decir, la tiene a la venta, pero no hace publicidad de ella. Por este motivo, dicen en Sanidad, no pueden denunciarles; como mucho, pedirles que la retiren. La empresa americana se escuda diciendo que ellos promueven una dieta equilibrada. Sin embargo, colocar en una sola hamburguesa las calorías de nueve platos de macarrones con tomate no es muy saludable que se diga. Una guindilla picante para la cadena que debe velar de manera responsable por la salud de los ciudadanos de los que vive.
