Una de las peores cosas de este Gobierno no es que haga las cosas mal, es que además, antes de hacerlas mal, siembra la confusión y la incertidumbre, como una yenka del error. Así ha ocurrido con el ministro de trabajo, Celestino Corbacho, que reconoce que hay un debate para prorrogar o no prorrogar las ayudas de 420 euros a casi medio millón de parados. Oiga, quítelas o no las quite, pero reciba esta guindilla porque usted, que debería saberlo mejor que nadie, debe hacer de todo menos frivolizar y mostrar incompetencia.