A Emilio Pérez Touriño, presidente de la Xunta, que critica la elección del sobrino de Rouco como obispo de Lugo pero es acusado de otorgar “a dedo” una plaza pública
El presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, criticó la pasada semana el nombramiento de Alfonso Carrasco Rouco, sobrino del cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, como nuevo obispo de Lugo. Lo más curioso es lo que acaba de descubrir y denunciar el Partido Popular gallego. Según el PpdeG, los nacionalistas estarían vulnerando toda ética a la hora de contratar personal para trabajar en puestos de la administración pública. Un representante de los ‘populares’ acudió ante notario para certificar, cuatro meses antes de que se resolviera una oposición, que un militante concreto del BNG iba a obtener esa plaza pública. Efectivamente, tal y como habían predicho, Andrés Vázquez Piñeiro se hizo con la plaza de funcionario. Touriño critica el nombramiento del nuevo obispo de Lugo mientras su Gobierno es sospechoso de posibles amaños en las concesiones de puestos. Guindilla a Emilio Pérez Touriño.
