A Fernández Bermejo y su curiosa manera de entender la política: “La reforma del aborto debe partir de un consenso entre progresistas”. ¿Y el resto de España?

Los presidentes del Gobierno utilizan siempre una coletilla en su primera intervención al poco de confirmarse su victoria en las urnas: “España debe saber que gobernaré para todos los españoles”. Lo dijo Zapatero en 2004 y lo ha repetido en 2008. Pues el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, parece que no se ha enterado. Este miércoles ha asegurado que una posible reforma de la ley del aborto debe partir de un consenso entre partidos progresistas. Advierte que la opción del PSOE no pasa por su despenalización pero deja claro que primero hay que poner orden en las propias filas socialistas donde hay tendencias encontradas. El problema es que se trata de las palabras de un ministro del Ejecutivo que dirige los destinos de un país donde hay personas de todas las tendencias, también no “progresistas”. Personas a las que les gusta el progreso pero piensan que el aborto es un retroceso. ¿Por qué Bermejo renuncia, de partida, a un consenso con ciudadanos de otras tendencias? ¿Será por sectarismo? Mientras intentamos dar con la respuesta, reciba el ministro esta guindilla.

 

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