A Francisco Camps y la Generalidad Valenciana, que financian una exposición con pájaros que defecan sobre el Dios de Miguel Ángel o con monjas bailando con militares

El Consell de Cultura de la Generalidad de Valencia ha subvencionado con 3 millones y medio de euros (casi seiscientos millones de pesetas) la Bienal “Encuentro entre dos mares”. En esta muestra participan Leo Ferrari y Nelson Leirner, muy conocidos por sus obras antirreligiosas; ambos se han labrado una cierta fama merced a sus insultos a los cristianos. En la exposición, que se está celebrando en Valencia, cuentan con obras como “Jaula de Canarios” donde éstos defecan sobre el Dios del Juicio Final de Miguel Ángel. El hiperrealismo del autor se concreta en la utilización, como pintura, de excrementos de aves. Otra de las obras muestra a monjas bailando con militares; imágenes de la Virgen y Jesucristo en una sartén... También se mofan los artistas de la Virgen o de otras figuras sagradas sustituyendo sus cabezas por las de personajes de Disney. Un partido, Alternativa Española, ha denunciado los hechos y estudia emprender acciones legales por subvencionar una muestra con obras que insultan a los cristianos. Hace unos meses fue el gobierno extremeño. Hoy es el valenciano el que debe responder a estas preguntas: ¿Es legítimo hacer escarnio de la homosexualidad? No. ¿Es razonable burlarse de los mahometanos, los budistas o los Hare Krishna? No. ¿El arte justifica cualquier liberalidad? Tampoco. ¿Es tan difícil probar a coexistir con alguien que no piensa como uno sin ofenderle en lo que considera más sagrado? Como ya se ha dicho en estas mismas páginas, al parecer, para algunos ciudadanos que quieren convertir España en un país cateto y fanático, sí. Guindilla a Francisco Camps y su conseller de cultura, por permitir el abuso.

Vídeo del día

Isabel Díaz Ayuso: El Dos de Mayo muestra un Madrid "resonante"
y una España que nunca se rindió