A Francisco Ullate, director de recursos humanos de Sitel, la empresa que dejó en la calle sin previo aviso a 295 trabajadores y olvida que son personas
El pasado jueves, los 295 empleados de la empresa de teleoperadores Sitel, de Valladolid, se llevaron una desagradable sorpresa cuando al llegar al trabajo se encontraron las puertas cerradas y a dos vigilantes de seguridad custodiándolas. A los trabajadores se les comunicó que deberían pasar de dos en dos, escoltados por personal de seguridad, para recibir la carta de despido. El comité de empresa desconocía cualquier noticia sobre esta decisión. El hecho de que todo el proceso se realizase bajo importantes medidas de seguridad indignó a los trabajadores, ya que según confesaron a varios medios de comunicación, se les “trató como a delincuentes”. La empresa, que trabajaba como subcontrata para la teleoperadora ONO, rompió los contratos alegando el fin de obra. En tiempos de crisis, es inevitable que una entidad cuyos resultados económicos no son buenos tenga que recurrir al despido para sobrevivir. Pero existen formas y formas de hacerlo. La que ha empleado Sitel es indignante. No se puede dejar en la calle a cerca de 300 personas sin avisarles con tiempo. Una guindilla picante a Francisco José Ullate, su director de recursos humanos.
