A Joan Herrera, diputado de ICV que vuelve a proponer en el Congreso el reconocimiento de derechos humanos para los simios

La propuesta del diputado de Iniciativa per Catalunya, Joan Herrera, comienza bien porque es preciso seguir impulsando una sana conciencia ecológica, medioambiental, que ayude a frenar ese huracán industrializador capaz de comerciar no sólo con las cosas, sin también con los animales y hasta con las personas. Es sano, por tanto, defender de los abusos o el sufrimiento injusto a los animales en manos de algunos laboratorios o granjas, dispuestos a cometer auténticas aberraciones. Sin embargo, el salto hasta reclamar derechos humanos para las bestias es una sandez. Los monos son semejantes a los hombres y, a veces, hasta sucede a la inversa, bien es cierto. Sin embargo, hay un trecho hasta pretender ver en los simios a una persona y exigir –como ha hecho Joan Herrera- “la ampliación de las fronteras de la igualdad”. Será que unos son más iguales que otros. Guindilla a una propuesta absurda.