Joaquim Nadal, consejero catalán de Obras Públicas, que despacha a dos cargos de segundo nivel para salvar su cabeza

El conseller de Obras Públicas, Joaquim Nadal, ha aceptado la dimisión del director general de Puertos y Transportes de la Generalitat, Jordi Juliá, y del presidente de GISA, Ramón Serra, empresa pública supervisora de las obras del metro del Carmelo, pese a que “no les tocaría”, reconoció el político. Nadal ha hecho este anuncio durante su comparecencia en el Parlamento de Cataluña en el día de ayer, con motivo del pleno monográfico dedicado a las consecuencias del hundimiento de tierras en las obras de la línea 5 de metro en el Carmelo. Antes de anunciar estas dimisiones, el conseller ha recordado las palabras del presidente catalán, Pasqual Maragall, sobre que “pagarán justos por pecadores” sobre este suceso, al asegurar que a ambos “no les tocaría” dimitir, y ha precisado que, en el caso de Juliá, “sólo ha firmado dos autorizaciones” relacionadas con este proyecto. Efectivamente, quizá Convergencia i Unió tenga también algo que decir en este lamentable caso pero de lo que CiU no puede dar cuenta es de la pésima gestión de la crisis, que afecta –ahora sí, señor Nadal- tanto a su persona como a la de Pasqual Maragall. Así que le damos una guindilla y la razón: han pagado “justos por pecadores”.