A José María Barreda, que se despacha con un idílico discurso de Navidad y “olvida” los once muertos de Guadalajara

El presidente de Castilla-La Mancha ha perdido la memoria. Y lo que es peor: ha agraviado a decenas de familiares que han perdido a sus seres queridos en el trágico incendio de Guadalajara en el que once personas perdieron la vida el pasado verano. En su mensaje de Navidad a la región, José María Barreda no tuvo ni un gesto, ni una sola palabra hacia este lamentable suceso. “2005 ha sido un año apasionante para todos nosotros. Ha sido el año del Quijote”, sentenció Barreda. Y expuso con profusión de detalles los hechos más destacados del año: sanidad, educación, infraestructuras. El “olvido” es tremendamente grave y doloroso. Y ante la que está montando por el Yak-42 el mentor del propio Barreda, el ministro de Defensa, José Bono, hay quien se pregunta: ¿qué pasaría si el “olvidadizo” hubiera sido un máximo dirigente del PP? Probablemente, las piras funerarias estuvieran todavía ardiendo. Guindilla para el presidente regional que demuestra no serlo de todos los manchegos.