A Pere Navarro, director general de tráfico: su gestión no consigue reducir el número de muertos en las carreteras y debe dimitir
Trágico balance de muertos en las carreteras españolas tras la Semana Santa. Concretamente, 102 personas (al cierre de esta edición; aunque hay que tener en cuenta que ayer era festivo en Cataluña, Valencia, Navarra y País Vasco, por lo que dicho dígito, previsiblemente, aumentará) han perdido la vida en el asfalto durante esta festividad. La Dirección General de Tráfico tenía grandes esperanzas depositadas en que las medidas adoptadas (nuevos radares e implantación del carné por puntos) redujesen esta cifra de manera considerable. No obstante, los peores augurios se han cumplido. Y Pere Navarro ya tiene aquí su primer fracaso reconocido. Según él mismo había anunciado, se preveía que el número de fallecidos quedara por debajo del centenar. Estos augurios –cuando hay vidas humanas de por medio- no se hacen, y si se hacen se tienen que asumir todas las consecuencias. Es evidente que Pere Navarro se ha equivocado en su gestión (irresponsable): los radares y el carné por puntos no han logrado reducir la cifra de fallecidos, como sí ha sucedido en otros países. Y se ha equivocado en su predicción. Guindilla a Pere Navarro, por una gestión irresponsable y unas previsiones imprudentes. Debe dimitir.
