A la caradura de Rodríguez Zapatero, que (por lucirse) se saltó las normas protocolarias contrarias a que los Reyes y el presidente del Gobierno coincidan en el extranjero

El protocolo tradicional establece que Su Majestad el Rey y el presidente del Gobierno español no coincidan en actos celebrados fuera del país. No sólo se trata de impedir que uno le haga la sombra al otro sino que se contempla la posibilidad de que el país quede descabezado, en el trágico caso de que algo le suceda a alguno de los dos. Sólo hay una excepción: la Cumbre Iberoamericana, dado el papel que allí juega España. Pues José Luis Rodríguez Zapatero no ha tenido inconveniente en saltarse el protocolo y, tras la confirmación de Casa Real de que los Reyes estarían en Viena, confirmar que él no se iba a perder la posibilidad de apuntarse un tanto de cara a la opinión pública. El jefe del Ejecutivo demuestra una vez más su falta de sentido de Estado y de criterio. Guindilla para el inquilino de la Moncloa y sus asesores, que en esto no han estado a la altura.